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Antonio Trevín, junto Maradona y Messi, los dos más grandes

El político vivió un partido en el palco del Camp Nou al lado de los dos argentinos

Por la izquierda, Maria Eugenia Naves junto a su esposo, Antonio Trevín; Messi, Diego Armando Maradona en el Camp Nou. | Albert Olivé / Efe

El fallecimiento de Maradona ha llevado al político asturiano Antonio Trevín a rememorar uno de los momentos más especiales que ha vivido como aficionado al fútbol. Fue en 2009, en el palco del Camp Nou, un día en el que la “suerte”, según confiesa el propio Trevín, le llevó a sentarse junto a Messi y Maradona.

Trevín, entonces delegado del Gobierno en Asturias, fue invitado por Joan Laporta, presidente del Barcelona, durante un encuentro en El Reconquista al palco del estadio del conjunto azulgrana. Una invitación que se materializó el 3 de enero en un Barcelona-Mallorca (3-1). En esa época, Maradona era seleccionador de Argentina y aprovechó su presencia en España para acercarse a ver un partido del Barça. A Trevín le ubicaron en la primera fila del palco, en el lado derecho, con solo un asiento, vacío, de distancia con Maradona. Ese día Messi no iba a disputar el partido por lesión y por esa razón estaba sentado junto a los suplentes del Barcelona en la parte de atrás del palco. Pasados unos minutos, se acercó a Trevín, le preguntó si estaba ocupado el asiento y, tras responderle que no, se situó junto a la gran leyenda del fútbol.

“La atención de Maradona estaba en Xavi Hernández, venía con la intención de hacerle un seguimiento y estuvo alabándolo”, explica Trevín a LA NUEVA ESPAÑA. La frase de Maradona que se le quedó grabada fue precisamente la definición que hizo de Xavi: “Le dan un pase como un ladrillazo y lo devuelve fácil y al pie”.

En cuanto a la relación entre dos de los mejores jugadores de la historia, Trevín percibió el respeto que le tenía el más joven al maestro y seleccionador de la albiceleste: “En ese momento era el respeto del jugador a su seleccionador”. Han pasado 11 años desde entonces, Messi tenía en ese momento 21 años y estaba sentado junto al ídolo de todo un país.

Para Trevín fue “un día de suerte” en el que pudo ver al Barcelona entrenado por Guardiola, con Xavi en su mejor momento, Iniesta esperando una oportunidad en el banquillo y dos glorias del fútbol mundial comentando junto a él lo que veían sobre el terreno de juego del Barcelona.

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