La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CARLOTA TORRONTEGUI | Nadadora

“Nadar me hace feliz, me gusta y es lo mío”

“Mi padre es una persona muy conocida, pero la que tiene que hacerse una marca propia soy yo”

Carlota Torrontegui

Carlota Torrontegui (Málaga, 2003) es una de las mayores promesas de natación del país. Nació en Málaga, pero se considera mitad asturiana. Se debe a que su padre es Marcelino Torrontegui, conocido masajista candasín que fue del Málaga y de innumerables deportistas del panorama nacional, especialmente del ciclismo. Carlota Torrontegui intenta ahora hacerse un nombre en la natación y su sueño es competir en unos Juegos. Por esfuerzo no será, porque su rutina para compaginar la natación con el estudio (segundo de Bachillerato) es titánica. Torrontegui compite en los 200, 100 y 50 metros mariposa. Entre muchos logros, es campeona de España absoluta en 25 metros. Su equipo es el Inacua de Málaga, pero también se entrena con la selección andaluza. Torrontegui, hija, al descubierto.

–¿Cómo lo lleva?

–Muy bien. El último campeonato me salió genial y estoy supermotivada con lo que hago. No sé si es mi mejor momento en el deporte, pero estoy feliz.

–Está en segundo de Bachillerato, ¿le da tiempo a todo?

–A veces puede ser un problema, pero me arreglo. Aprovecho al máximo lo que puedo y saco el tiempo de donde no lo hay. Siempre estoy haciendo algo y siempre digo que si tuviese más tiempo no haría tanto. Además, quiero estudiar Derecho y ADE.

–¿Cómo es un día normal en una promesa de la natación?

–Me levanto a las 5.30 de la mañana y entreno de 6 a 8. Luego voy a clase de 8.00 a 15.00 horas. Después vuelvo a entrenar y llego a casa sobre las 8. A partir de ahí estudio hasta la hora de dormir. Y así, prácticamente todos los días.

–¿Y cómo hace para aguantar ese ritmo?

–Con paciencia y tomando muchas vitaminas. Mis compañeros de equipo y yo solemos estar muy bajos de todo lo necesario y tenemos que reponer energías.

–¿El covid trastocó mucho la temporada?

–Después del parón fuimos de los primeros deportes en arrancar de España. En la natación hay mucha precaución, evitamos el contacto y como estamos en el centro de alto rendimiento nos dejaron entrenar sin problemas. La natación tiene la ventaja de ser una disciplina individual, pero sí se cancelaron varios campeonatos.

–¿Por qué empezó a nadar?

–Siempre se me dio bien, pero practicaba demasiados deportes, no me daba tiempo a todo y un día mi madre me cogió por banda y me dijo que me decidiese por uno. La natación era lo mejor que se me daba, siempre me dijeron que podía llegar lejos. Nadar me hace feliz, me gusta y siento que es lo mío.

–¿Es verdad que practicaba un deporte cada semana?

–Sí. Hubo épocas locas. De hacer lunes, miércoles y jueves y atletismo, y martes y viernes natación sincronizada, por ejemplo. Era demasiado.

–¿Cómo llevan sus amigos que tenga una vida tan estricta?

–Ahora bien, aunque hubo una época en la que mis amigas se enfadaban mucho conmigo porque entrenaba demasiado. No podía quedar nunca con ellas entre tanta competición, pero en ese sentido tengo muchísima suerte. Tengo muchos amigos que me apoyan mucho en lo que hago, dentro y fuera del deporte, y lo puedo decir con orgullo. Tener menos tiempo para estar con ellos es el precio que hay que pagar por competir.

–¿Qué dice su padre?

–Mi padre respeta mucho mis decisiones y sabe que voy a lo mío. Me aconseja mucho si lo necesito, pero me da mucha libertad en todo lo que hago. Nos llevamos genial.

-¿Pesa ser hija de Marcelino Torrontegui?

–Lo bueno que tiene la natación es que, aunque mi padre sea mi padre, no influye. Es muy conocido, pero la que tiene que hacerse una marca soy yo, y da igual quién sea y de dónde sea. Eso es lo que estoy haciendo.

–¿Viene mucho por Asturias?

–La última vez que fui fue a finales de agosto y ahora cruzo los dedos por poder ir en Navidad. Toda mi familia es de Candás y solemos ir también en Semana Santa.

–¿Usted es andaluza o asturiana?

–Siempre me han hecho esa pregunta. Y respondo que al cincuenta por ciento.

Compartir el artículo

stats