El grupo español Mediapro llegó a un acuerdo con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa para romper el contrato de retransmisión del fútbol galo, tras meses de desacuerdos sobre el mismo, confirmaron fuentes cercanas a la negociación.

La salida de Mediapro permitirá a los clubes franceses buscar un nuevo canal para la retransmisión, después de que la empresa española exigiera una renegociación del contrato con el argumento de la bajada de ingresos causada por la crisis del coronavirus.

Para presionar a la LFP, el grupo presidido por Jaume Roures no había pagado los dos primeros plazos del contrato: de 172,3 millones el pasado 5 de octubre, y de 152,5 millones el 5 de diciembre, lo que colocó a los clubes en una situación de dificultad.

La justicia francesa, que ordenó entonces abrir una mediación, debe ahora validar los términos de la ruptura del contrato. Mediapro, por su parte, evitó hacer comentarios sobre estas informaciones que, dijo, están todavía pendientes de la validación por parte de los tribunales.

La noticia pone fin a la aventura de Mediapro en Francia, donde firmó un contrato de más de 800 millones de euros anuales por el 80 % de los derechos de retransmisión de la liga para tres años, una cifra histórica que situó al fútbol galo entre los mejor cotizados del continente, solo superado por el inglés.

Pese a las dudas que generó esa cifra, dado que el interés del fútbol francés no es tan grande como el de otros campeonatos, Mediapro siempre aportó garantías de su pago.

Hasta que tras el inicio de la competición anunció que pedía una renegociación del contrato para esta temporada a causa de las consecuencias económicas de la pandemia.

Los clubes han invertido menos, argumentaba Mediapro, por lo que el interés es menor, a lo que se suma que bares y restaurantes permanecen cerrados, lo que bloquea una importante fuente de ingresos de la empresa.

La LFP no se mostró dispuesta a negociar, golpeada ya de forma importante por la crisis, que les privó de parte de buenas parte de los ingresos corrientes de la pasada temporada pasada, que acabó de forma abrupta con dos meses de antelación por la covid-19.

A ello se suma que no contaban con el dinero procedente de las entradas y de la venta de productos derivados, dinero que aspiraban a compensar con el contrato televisivo más importante de su historia.

La situación se fue enquistando hasta el punto de que creció la desconfianza en el seno del fútbol francés. Cuando se valide el contrato, la LFP podrá firmar uno nuevo con otra cadena televisiva.

Canal+, que históricamente ha estado siempre presente en el fútbol francés y que había quedado al margen con la llegada de Mediapro, ha mostrado de forma tímida su interés.

Según varios medios, la cadena está dispuesta a ofrecer unos 600 millones anuales, muy por debajo del contrato actual, pero los clubes, muchos de los cuales están amenazados de la bancarrota, pueden no tener elección.

La LFP contrató un préstamo bancario tras el primer impago de Mediapro a fin de asegurar temporalmente la liquidez de los equipos.

El diario "L'Équipe" informa en su edición de este viernes que Canal+ puede aprovechar ahora la ocasión para reducir más esa oferta, ya que la LFP se encuentra en un callejón sin salida.