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Ciclismo

El análisis del nuevo Angliru: Fancuaya, una subida "corta y explosiva"

Tres ciclistas realizan para LA NUEVA ESPAÑA el ascenso de Yernes y Tameza que aspira a ser final de etapa

Miki López Por la izquierda, Mateo de la Fuente, Enol Tamargo, José Manuel Fernández Tamargo, alcalde de Yernes y Tameza, alzando la bicicleta, y Jairo Guerrero, con Manuel Prieto detrás, en la subida a Fancuaya.

Asturias sigue descubriendo subidas inéditas que optan a ser escenario de un posible final de etapa de la Vuelta Ciclista a España. Tras la explosión del Angliru, que acogió la ronda por primera vez en 1999, Cotobello (2010), La Farrapona (2011), Cuitunigru (2012), Sotres y La Ermita de Alba (2015) o Les Praeres (2018), en esta ocasión la que presenta su candidatura es el Collado de Fancuaya, una subida situada en el concejo de Yernes y Tameza, el de menor población de Asturias, con 132 habitantes censados y 50 personas residentes habituales.

Enol Tamargo, Mateo de la Fuente y Jairo Guerrero, tres ciclistas del equipo juvenil Patria Hispania Seguros, con sede en Grado, acompañados desde el coche por su director deportivo, Manuel Prieto y el alcalde de Yernes y Tameza, José Manuel Fernández Tamargo, realizaron con LA NUEVA ESPAÑA la ascensión a una cima situada a 1.103 metros de altitud que reúne un gran potencial paisajístico y deportivo. Los tres ciclistas tienen dieciséis años y estudian primero de Bachillerato en el IES Ramón Areces de Grado.

Los ciclistas, en plena ascensión. Miki López

El recorrido se inicia en Yernes, localidad a la que se llega tras dos duros kilómetros, con una pendiente media del 8,14% y con tramos que llegan al 20% de desnivel. Los tres afrontan la subida, sin apenas calentar, con los consejos breves y claros de su director, Manuel Prieto, y la mirada atenta del alcalde, José Manuel Fernández Tamargo.

Los ciclistas en las últimas rampas ante la mirada de José Manuel Fernández Tamargo y Manuel Prieto. Miki López

Es primera hora de la tarde de un día con nubes, con algo de lluvia, pero de buena temperatura. La carretera es estrecha y con firme rugoso, pero en buen estado: ha sido asfaltada en los dos últimos años. Es una subida corta, desde Yernes, por una zona abierta y de bellos paisajes. A la cima son 4,9 kilómetros, con tramos duros, uno de ellos de 900 metros, con rampas entre el 8 y el 10% antes de llegar a la Braña de Serna y afrontar después el tramo final de la ascensión. Es la parte más dura, con pendientes entre el 10 y el 12%, para finalizar con otro tramo de unos 500 metros en el que la pendiente llega al 15%. Y ya se llega al Collado, situado por encima de los mil metros, en donde hay una gran zona abierta de pradería que puede albergar sin problemas toda la infraestructura que conlleva un final de etapa de la Vuelta a España.

Mateo, Jairo y Enol en las primera rampas, con Yernes al fondo. Miki López

Los tres corredores coinciden en su análisis de la subida a Fancuaya. “Es corta y explosiva”, afirma Enol Tamargo, mientras que para Jairo Guerrero lo más duro está “después de la Braña Serna. Es subida muy guapa porque es muy abierta y en la que disfrutarán los aficionados porque tiene zonas con una amplia visión de toda la carretera”. Por su parte, Mateo de la Fuente señala que “se parece bastante a Las Praeres, aunque en esta el paisaje es más abierto”

José Manuel Fernández, alcalde Yernes y Tameza, se muestra “ilusionado” con que Fancuaya sea elegida como final de etapa de la Vuelta. “Para la zona sería un gran revulsivo a todos los niveles. Desde que salió la noticia, se ha notado el aumento de gente que quiere conocer la subida. Ojalá pueda llegar la Vuelta, sería muy bueno para todos” concluye el regidor.

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