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2020 fue mi año

Las jóvenes revolucionan el voley

El Oviedo, con solo una jugadora senior en el equipo, lleva quince meses sin perder un partido y es líder destacado de su grupo de Primera Nacional

Las jugadoras del Club Voleibol Oviedo, ayer, antes de entrenarse en el polideportivo de Colloto. | Julían Rus

El Club Voleibol Oviedo ha irrumpido en el panorama nacional a lo grande, con el descaro y la energía que aporta la juventud de un equipo que encadena quince meses sin perder, en los que ha conseguido el ascenso a Primera Nacional. Ya en la categoría de bronce del vóley femenino español, el equipo carbayón ha seguido ganando y ganando. Tanto es así que, a falta de un partido para llegar al ecuador de la temporada, se han asegurado ser las campeonas de invierno. Un equipo en el que hay una jugadora aún en edad cadete, Julia Bobes, de 15 años, y en el que la veterana es Lucía Ballvé, de 22, capitana y única jugadora en edad sénior de todo el grupo.

La entrenadora, María Corral, reconoce que para su equipo 2020 ha sido un año muy especial y, en lo deportivo, lleno de cosas buenas: “Siendo el año igualmente duro, por cosas que les pueden haber pasado a familiares, por las restricciones; ellas son de alguna manera unas privilegiadas porque al final están en una edad en la que lo tienen todo prohibido y ellas, al jugar en una categoría nacional, han podido seguir entrenándose y jugando a lo que les gusta cuando otros compañeros de su edad se han tenido que quedar en casa. Ellas eso lo valoran y hace que se esfuercen aún más”, explica.

El momento que vive el club, con su equipo femenino como estandarte, es sobre todo gratificante para los entrenadores y personas que trabajan en él, puesto que están viendo que su trabajo funciona: “Para los técnicos obtener resultados te señala que el trabajo tanto técnico como físico está siendo bueno y que se ve reflejado en los resultados”, dice Corral. Eso sí, tiene claro que la clave del éxito está en que son “un grupo que lleva trabajando mucho tiempo junto, con juventud y con ganas de ganar cada fin de semana”.

“Ellas valoran haber podido seguir jugando al voley”, dice la entrenadora, María Corral

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En este equipo casi adolescente destaca Julia Bobes, que es, como ella misma explica, “la más joven del equipo más joven de la categoría”. A sus 15 años, aún en edad cadete, la ovetense se ha incorporado este año al que llama “el equipo de las mayores”. Bobes reconoce que 2020, a pesar de haber sido malo en general, les ha dado al menos la alegría de disfrutar con el deporte que más les gusta: “Parecía un año bastante complicado, y lo está siendo, pero estamos consiguiendo mucho más de lo que esperábamos, sobre todo siendo este el año en el que hemos ascendido; pero queremos seguir así, consiguiendo logros y, si se puede, subir de categoría un año más; aunque, de momento, estamos muy contentas; no nos podemos confiar, hay rivales muy fuetes en esta categoría, pero intentaremos seguir trabajando mucho y seguir haciéndolo con alegría”.

Para Julia Bobes, el secreto del éxito del Club Voleibol Oviedo está en la unidad y en el esfuerzo que hacen día a día: “Estamos todas muy unidas, hay mucha compenetración, mucho trabajo detrás; parece que no, pero son muchos entrenamientos, muchas horas, mucho tiempo libre empleado entrenando”. Y, por supuesto, en la labor del cuerpo técnico: “Tenemos muy buenos entrenadores, que estudian muy bien a los otros equipos y consiguen que siempre estemos muy centradas. Nos animan mucho a que sigamos trabajando”, añade.

Julia Bobes, la más joven del equipo: “Estamos muy unidas y hay mucho trabajo detrás”

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El sábado, en el derbi ante La Curtidora, estuvo cerca de caer la primera derrota de la temporada, pero fueron capaces de aguantar la presión tras ponerse dos sets arriba y que las avilesinas les ganaran los dos siguientes y les empataran: “Estuvo reñido y pudo haber ganado cualquiera, pero al final nos llevamos el triunfo, fue importante porque gracias a eso vamos a ser las campeonas de invierno”, explica Bobes.

Su entrenadora, María Corral, reconoce que hasta ella se quedó gratamente sorprendida por la capacidad de sobreponerse que tuvieron sus jugadoras: “Tuvimos la capacidad de volver a nuestro mejor nivel de juego y aguantar la presión”. Aun así, advierte de que está empezando a notar el desgaste físico y mental en sus jugadores. Julia, por su parte, solo quiere “seguir disfrutando del vóley”.

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