Laura Solís ha tenido un fabuloso 2020, al menos en el aspecto deportivo. La ovetense, de 19 años, consiguió dos medallas en el campeonato de España junior: una de oro en el dobles mixto y otra de bronce en el individual. Más adelante probó suerte en el absoluto y ahí llegó su éxito más grande e inesperado al sacar una nueva medalla de bronce. Por si fuera poco, ha ganado con su club, el Bádminton Oviedo, la Copa Iberdrola. Ella define su año de una manera muy expresiva: “Fue un subidón”.

Es difícil contactar con Laura. Y no porque no sea accesible. La joven tiene exámenes porque quiere continuar el módulo de Marketing y Publicidad que está cursando en estos momentos haciendo una carrera en la Universidad el próximo año. Unos estudios que hará en Madrid. Luego está el equipo, los entrenamientos, las clases, los campeonatos... Tantas cosas que a veces echa en falta un rato para aburrirse junto a los suyos. “A veces me gustaría pasar más tiempo con mi familia”, reconoce.

Pero no hay tiempo para lamentarse y, a buen ritmo, Laura rememora sus inicios en esto del bádminton: “Comencé a los 10 años porque en el colegio, el Germán Fernández Ramos, estaba como actividad extraescolar y empecé a ir jugar campeonatos y gané el de Oviedo, era pequeña y eso me motivó mucho; luego pasé a ir a campeonatos de Asturias y ahí me di cuenta de que la gente tenía buen nivel y que debía dar un paso más”, explica.

Fue el momento de llamar a la puerta del Club Bádminton Oviedo, en el que encontró el lugar ideal para seguir cumpliendo con su objetivo, que no es otro que “pasarlo bien”: “Lo bueno del Bádminton Oviedo es que tiene jugadores de todos los niveles en todas las categorías, eso es algo que otros clubes no tienen”. Tan bien se siente allí que ni el próximo curso, cuando se vaya a Madrid, piensa dejarlo: “Pienso seguir jugando a bádminton cuando esté en Madrid, hay otros compañeros en la misma situación que yo y podría seguir entrenando y jugando con el Bádminton Oviedo, en mi cabeza no está cambiar de club”.

Tampoco le motiva demasiado la posibilidad de entrar en el Centro del Alto Rendimiento, como su compañero Álvaro Leal. “Es un sitio muy bueno para entrenar, pero el nivel de los entrenadores es parecido al del Bádminton Oviedo y aquí te dan el doble de atención, allí están muy centrados en Carolina Marín. Me siento más cómoda en mi club”, zanja.

Pero eso son cosas que tendrá que decidir más adelante porque ahora, en estos momentos, le toca “priorizar los estudios”: “Ahora estoy priorizando los estudios; como esta temporada es corta voy a apretar un poco en los estudios ahora, después tenemos que puntuar para el campeonato de España, la competición de División de Honor y me gustaría tener algún fin de semana libre”, explica, aunque sabe que será complicado.

A Laura Solís su éxito en el Nacional absoluto no le ha hecho perder la perspectiva en cuanto a lo que supone un deporte como el bádminton. Sabe que allí faltaba la mejor, Carolina Marín, que no suele participar. Además, es consciente de que dar más pasos hacia la élite tiene también sus problemas: “Hay un momento en el que tienes que elegir entre deporte y estudios, lo tienes que meditar mucho; parece muy bonito, pero cuando estás dentro es complicado”. De lo que habla Laura es de una vida llena de viajes para jugar torneos internacionales, con lo que conlleva en lo económico, y de tener aún menos tiempo para estar con los suyos.

Ella no tiene prisa y aunque sabe que aún no ha llegado el momento de ir con la selección tampoco descarta que suceda algún día: “Ya jugué Mundiales con la selección junior y la verdad es que es una experiencia genial, en la que aprendí muchísimo, pero a día de hoy lo veo complicado con la absoluta, hay gente que me saca mucha edad y experiencia, prefiero ir poco a poco. Eso lo veo todavía un poco lejano”.

Laura Solís ha tenido un fabuloso 2020, al menos en el aspecto deportivo. La ovetense, de 19 años, consiguió dos medallas en el campeonato de España junior: una de oro en el dobles mixto y otra de bronce en el individual. Más adelante probó suerte en el absoluto y ahí llegó su éxito más grande e inesperado al sacar una nueva medalla de bronce. Por si fuera poco, ha ganado con su club, el Bádminton Oviedo, la Copa Iberdrola. Ella define su año de una manera muy expresiva: “Fue un subidón”.

Es difícil contactar con Laura. Y no porque no sea accesible. La joven tiene exámenes porque quiere continuar el módulo de Marketing y Publicidad que está cursando en estos momentos haciendo una carrera en la Universidad el próximo año. Unos estudios que hará en Madrid. Luego está el equipo, los entrenamientos, las clases, los campeonatos... Tantas cosas que a veces echa en falta un rato para aburrirse junto a los suyos. “A veces me gustaría pasar más tiempo con mi familia”, reconoce.

Pero no hay tiempo para lamentarse y, a buen ritmo, Laura rememora sus inicios en esto del bádminton: “Comencé a los 10 años porque en el colegio, el Germán Fernández Ramos, estaba como actividad extraescolar y empecé a ir jugar campeonatos y gané el de Oviedo, era pequeña y eso me motivó mucho; luego pasé a ir a campeonatos de Asturias y ahí me di cuenta de que la gente tenía buen nivel y que debía dar un paso más”, explica.

Fue el momento de llamar a la puerta del Club Bádminton Oviedo, en el que encontró el lugar ideal para seguir cumpliendo con su objetivo, que no es otro que “pasarlo bien”: “Lo bueno del Bádminton Oviedo es que tiene jugadores de todos los niveles en todas las categorías, eso es algo que otros clubes no tienen”. Tan bien se siente allí que ni el próximo curso, cuando se vaya a Madrid, piensa dejarlo: “Pienso seguir jugando a bádminton cuando esté en Madrid, hay otros compañeros en la misma situación que yo y podría seguir entrenando y jugando con el Bádminton Oviedo, en mi cabeza no está cambiar de club”.

Tampoco le motiva demasiado la posibilidad de entrar en el Centro del Alto Rendimiento, como su compañero Álvaro Leal. “Es un sitio muy bueno para entrenar, pero el nivel de los entrenadores es parecido al del Bádminton Oviedo y aquí te dan el doble de atención, allí están muy centrados en Carolina Marín. Me siento más cómoda en mi club”, zanja.

Pero eso son cosas que tendrá que decidir más adelante porque ahora, en estos momentos, le toca “priorizar los estudios”: “Ahora estoy priorizando los estudios; como esta temporada es corta voy a apretar un poco en los estudios ahora, después tenemos que puntuar para el campeonato de España, la competición de División de Honor y me gustaría tener algún fin de semana libre”, explica, aunque sabe que será complicado.

A Laura Solís su éxito en el Nacional absoluto no le ha hecho perder la perspectiva en cuanto a lo que supone un deporte como el bádminton. Sabe que allí faltaba la mejor, Carolina Marín, que no suele participar. Además, es consciente de que dar más pasos hacia la élite tiene también sus problemas: “Hay un momento en el que tienes que elegir entre deporte y estudios, lo tienes que meditar mucho; parece muy bonito, pero cuando estás dentro es complicado”. De lo que habla Laura es de una vida llena de viajes para jugar torneos internacionales, con lo que conlleva en lo económico, y de tener aún menos tiempo para estar con los suyos.

Ella no tiene prisa y aunque sabe que aún no ha llegado el momento de ir con la selección tampoco descarta que suceda algún día: “Ya jugué Mundiales con la selección junior y la verdad es que es una experiencia genial, en la que aprendí muchísimo, pero a día de hoy lo veo complicado con la absoluta, hay gente que me saca mucha edad y experiencia, prefiero ir poco a poco. Eso lo veo todavía un poco lejano”.