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Lo tienen todo bajo control: estos son los tres campeones de España de simulaciones policiales

Tomás Fernández, Manuel García Hevia y Ricardo Ortea, del club Oviepol, son los protagonistas de una disciplina de lucha novedosa

Defensa Personal Policial, el entrenamiento de los agentes del Estado que está al alcance de cualquier ciudadano

Defensa Personal Policial, el entrenamiento de los agentes del Estado que está al alcance de cualquier ciudadano Elena Vélez

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Defensa Personal Policial, el entrenamiento de los agentes del Estado que está al alcance de cualquier ciudadano Antonio Lorca

Los métodos que usan las fuerzas y cuerpos de seguridad para hacer su trabajo, sobre todo cuando han de enfrentarse a una situación de peligro, no son arbitrarios. Hay reglas, métodos y mucha técnica con el objetivo de que la situación esté siempre bajo control. Y esas reglas, métodos y técnicas se han constituido como un arte marcial, denominada defensa personal policial, que está englobada dentro de la Federación de Lucha y que tienen sus propias competiciones.

En Asturias hay unas 200 personas que lo practican y su epicentro está en el club Oviepol, situado en un modesto pero muy cuidado gimnasio de Oviedo. Los deportistas de este club lograron varias medallas en el último campeonato de España, entre otras, la de oro en la modalidad de situaciones con un equipo compuesto por Tomás Fernández, Ricardo Ortea y Manuel García Hevia. Esta modalidad se basa en una simulación de casos que se puede encontrar un policía en la calle, en los que uno hace el papel de malo y los otros han de actuar para reducirlo de la manera correcta.

“Por nuestro trabajo muchas veces tenemos que acabar engrilletando a alguna persona por diferentes circunstancias y lo que se aprende es a saber cómo colocarte, cómo situarte, cómo cogerle la mano..."

Ricardo Ortea - Policía Local

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De los tres componentes, el único que trabaja como policía es Ricardo Ortea, de 48 años, que lo hace como Local en Mieres. Él, además de la de situaciones, consiguió otra medalla de oro y una de plata en esta misma competición. Su condición de policía permite a Ortea ser muy preciso a la hora de explicar en qué consiste este arte marcial: “Por nuestro trabajo muchas veces tenemos que acabar engrilletando a alguna persona por diferentes circunstancias y lo que se aprende es a saber cómo colocarte, cómo situarte, cómo cogerle la mano, hacerlo rápido, de la manera más rápida, más efectiva y menos lesiva tanto para la persona que está siendo detenida como para la gente que está interviniendo”.

En cuanto a la especialidad de situaciones en la que fue campeón junto a sus dos compañeros, el ovetense cuenta que se trata de casos prácticos, algunos de ellos muy actuales, como alguien que no lleva puesta la mascarilla: “Son ejercicios prácticos que te pueden pasar en la vida profesional cotidiana, está ahora muy de moda la gente que no lleva la mascarilla, los agentes van a reclamarle que se la ponga, que se identifique, y está la típica persona que no se quiere identificar, empieza a ir in crescendo la situación hasta que pasa de una conversación a una agresión por parte de la persona que está siendo identificada y hay que reducirla, engrilletarla, cachearla por si lleva algún arma oculta que nos pueda hacer daño, levantarla del suelo y sacarla de la calle”.

“Practiqué muchos años karate y actualmente hago krav magá en el gimnasio Sotogrande de Gijón, y a raíz del entrenamiento del krav magá, que está un poco relacionado con la defensa policial, me incorporé al grupo Oviepol”

Tomás Fernández

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Pero este no es un arte marcial pensado solo para policías, de hecho tan solo Ricardo Ortea lo es de este trío. Tomás Fernández, de Infiesto y residente en Gijón, de 49 años, tiene una empresa de instalaciones eléctricas y reconoce que siempre le gustaron “las artes marciales”: “Practiqué muchos años karate y actualmente practico krav magá en el gimnasio Sotogrande de Gijón, y a raíz del entrenamiento del krav magá, que está un poco relacionado con la defensa policial, me incorporé al grupo Oviepol”. Lo probó y se quedó: “Me gustó desde el primer momento, tiene muchos puntos que siempre busqué en un arte marcial, un componente incluso filosófico”. Un conocimiento que, dice, “te evita meterte en problemas porque la mejor forma de no tener problemas es no buscarlos y eso se estudia en las artes marciales”.

El más joven de los tres es Manuel García Hevia, de Gijón, de 22 años, que estudia Psicología Clínica. También él empezó con el krav magá: “Lo veía muy complementario, probé y me quedé”. Él, además, se considera una persona “pacífica”: “Huyo del combate y esto me ha ayudado a nivel psicológico, estoy mejorando como persona, la resiliencia, el cómo levantarse”.

Al frente de todo está Iván Rodríguez, Policía Nacional y seleccionador del departamento de defensa personal policial de la Federación Asturiana de Lucha. Rodríguez explica que esta especialidad es “abierta a todo deportista que esté federado”, aunque matiza que “del tercer a sexto dan ya es más específico para gente de fuerzas y cuerpos de seguridad, ejército y para diversos protocolos que están más restringidos”. Hasta ese momento, cualquiera puede acercarse a su gimnasio para aprender a actuar como un policía.

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