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Rugby

El Oviedo se harta del barro

“Tenemos el problema de siempre, agravado por la limitación en el uso de instalaciones”, dice Arturo Méndez, presidente del club

Alejandro Pedraza, uno de los entrenadores del equipo femenino del Real Oviedo, ayer en el Naranco; en el círculo, el estado del campo. | Julián Rus

El Oviedo se harta del barro

Pasan los años y el Real Oviedo de rugby sigue teniendo el mismo problema de siempre: su campo, El Naranco, es de hierba natural, en invierno se convierte en barro y se hace imposible llevar adelante la actividad de todos sus equipos. Y es que el Real Oviedo no es solo el primer equipo, cuya competición, la Liga Norte, aún no se está disputando (el equipo sigue entrenándose), son los 150 chavales que integran el club, a los que suman otras 70 fichas de sénior, entre los equipos de hombres y de mujeres. Sólo piden una cosa: que se sustituya la hierba natural por césped artificial. Nada más. Uno de sus principales problemas está en la propiedad del campo, puesto que el suelo es propiedad del Principado mientras que la obra para construir el campo fue hecha por el Ayuntamiento. La pregunta ahora es a quién le corresponde cambiar el césped de natural a artificial.

“El problema es el de siempre, solo que ahora está agravado por la limitación de instalaciones, que hemos perdido un día que teníamos en Tensi”, lamenta el presidente del club, Arturo Méndez, que considera que tienen lo más importante para poder resolver el problema: “Los más difícil suele ser encontrar un sitio y nosotros lo tenemos”. Para Méndez “es esencial tener un campo de hierba artificial” para el futuro de la entidad.

Las últimas actuaciones en el campo del Real Oviedo fueron una escollera, hecha por el Principado, y un techo para la grada, realizada por el Ayuntamiento de Oviedo. “El mantenimiento de la instalación es nuestro, pero no podemos hacer nada en el campo”, dice Méndez. Aun así, por su cuenta y riesgo, sí que han hecho cosas: “Hemos mejorado el agua caliente, con la colaboración de gente de fuera, de manera altruista; y tenemos una sala polivalente”.

Para Arturo Méndez es clave que “Oviedo esté a la altura”: “Gijón tiene un campo de hierba artificial; Avilés tiene un campo de hierba natural, otro de hierba artificial y me parece que les están haciendo otro más; y Llanera va a hacer también una instalación”, añade el presidente de la entidad. Insiste Méndez en que ellos solo piden una cosa: “Queremos seguir creciendo y para eso solo pedimos un campo pero que sea de hierba artificial”. Y es que, dice, cuando los padres de los chavales ven el campo de El Naranco convertido en un barrizal se les quitan las ganas de seguir llevando a los niños a entrenarse: “Así pierdes el tirón que tiene el rugby y nosotros estamos tratando de seguir teniendo visibilidad”.

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