Los Angeles Lakers se deshicieron hoy de los Oklahoma City Thunder (99-128) en una victoria plácida y asegurada ya en el tercer cuarto con la que extendieron su triunfal racha como equipo invicto a domicilio en lo que va de temporada.

Los Lakers han jugado hasta ahora siete partidos fuera del Staples Center de Los Ángeles y los han ganado todos.

Con el partido de hoy, los Lakers superaron el mejor arranque de una temporada a domicilio de la franquicia, que hasta ahora era de seis triunfos.

El conjunto dirigido por Frank Vogel tiene ahora 10 victorias y 3 derrotas, un balance que es el mejor de toda la liga y con el que lideran con holgura la Conferencia Oeste.

Una noche más, las dos estrellas de los actuales campeones de la NBA fueron los jugadores más destacados: LeBron James sumó 26 puntos (5 de 8 en triples), 6 rebotes y 7 asistencias; y Anthony Davis consiguió 18 puntos (8 de 13 en tiros), 7 rebotes y una asistencia.

Marc Gasol aportó 3 puntos, 5 rebotes, una asistencia, 4 tapones y 2 robos frente a una pérdida en 23 minutos.

El banquillo de los Lakers gozó hoy de más oportunidades de lo normal, debido a que el partido estuvo controlado de principio a fin, y Montrezl Harrell lo aprovechó con 21 puntos y 6 rebotes.

En esta ocasión, el ataque fue lo que más brilló puesto que los Lakers acabaron el partido con un excelente acierto de cara al aro (49% en tiros totales y 46% en triples).

Por parte de los Thunder, que ahora tienen 5 victorias y 6 derrotas y que hoy sufrieron un pobre 32% de acierto desde el triple, el máximo anotador fue Shai Gilgeous-Alexander con 17 puntos.

Los de Oklahoma afrontan esta temporada como una de transición y de reconstrucción con muchas caras jóvenes y hoy no contaron con el dominicano Al Horford, que descansó tras haber jugado la noche anterior.

Tras sus dos exhibiciones en Houston frente a los Rockets, los Lakers pisaron el acelerador desde el principio con un Davis inmenso en la pintura.

El pívot anotó 12 puntos en el primer cuarto que dispararon a los angelinos, aunque Gilgeous-Alexander contrarrestó con ocho puntos en el mismo parcial para mantener el marcador en una distancia manejable (21-30).

Después le llegó el turno a James, que tomó el mando de la ofensiva de los Lakers con dos triples seguidos en el ecuador del segundo cuarto (32-46).

Los de púrpura y oro llegaron a dominar el encuentro entonces por más de veinte puntos, pero la intensidad y entrega de unos Thunder bastante revoltosos unidas a los problemas para cerrar el rebote de los Lakers volvieron a estrechar el partido antes del descanso (46-58).

Daba la impresión de que los Lakers no acababan de forzar la máquina, como si reservaran energía para cuando de verdad quisieran finiquitar el partido.

Ese momento llegó en el tercer cuarto con un parcial de 4-16, incluido un triple más tiro adicional de James, que colocó las cosas para los Thunder ya en el terreno de lo milagroso (50-74).

A partir de ahí los Lakers flirtearon con ampliar su ventaja hasta los 30 puntos, pero al final un excepcional triple sobre la bocina desde su propio campo de Hamidou Diallo redujo algo la sangría (71-93).

El último cuarto ya no tuvo ningún tipo de tensión competitiva y los Lakers lo emplearon para dar descanso a sus principales jugadores de cara al duelo que les enfrentará el viernes en casa ante los New Orleans Pelicans.