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Balonmano | Campeonato del Mundo

España acelera, Hungría reserva

Los magiares, sin sus estrellas, no fueron rival para la selección, que se cruza con Noruega en cuartos

Raúl Entrerríos, a la izquierda, impide la acción ofensiva de Zsolt Balogh durante el España-Hungría de ayer. | Efe

España acelera, Hungría reserva

España acelera, Hungría reserva

La selección española de balonmano cerró la segunda fase del Mundial de Egipto como primera de grupo y se medirá mañana en los cuartos de final a Noruega, tras imponerse por 36-28 a Hungría en un choque descafeinado por la decisión del conjunto húngaro de reservar a sus mejores piezas. Mientras España recuperó al asturiano Raúl Entrerríos y al portero Gonzalo Pérez de Vargas, que no habían sido convocados contra Uruguay, Hungría dejó en la grada al portero Roland Mikler, el central Mate Lekai y el pivote Bence Banhidi, los tres jugadores que conforman la columna vertebral de la selección.

La circunstancia propició el despegue del equipo español, aunque tuvo que ser al segundo intento. El primero, el 7-2 en apenas ocho minutos de juego, se diluyó ante los problemas de los de Jordi Ribera para jugar en inferioridad, circunstancia en la que encajó hasta tres goles a portería vacía. Sin embargo, en el momento en el que España recuperó la igualdad numérica, volvió a distanciarse en el marcador (11-8). Las paradas de Pérez de Vargas y el acierto del extremo Ferrán Solé, que no erró ni uno solo de los ocho lanzamientos que intentó, propiciaron que los “Hispanos” se fueran en el marcador con siete goles de renta (21-14).

Las habituales rotaciones del equipo español permitieron a jugadores como el central Dani Sarmiento dar un paso adelante en su juego, lo mismo que el propio Ferrán Solé, que se despojó definitivamente de las dudas con las que arrancó el campeonato para recordar, por fin, al jugador que fue elegido mejor extremo del Mundial de Alemania y Dinamarca 2019. Quien no ha mostrado ninguna duda a lo largo del torneo ha sido Gonzalo Pérez de Vargas, que con cinco nuevas paradas en los ocho minutos iniciales del segundo tiempo permitió al conjunto español ampliar todavía más su ventaja. La intensidad de España siguió siendo máxima, hecho que permitió a España alcanzar mediado el ecuador de la segunda mitad una máxima renta de doce goles (28-16), con la que los de Jordi Ribera sí parecieron levantar definitivamente el pie del acelerador. La relajación final permitió a Hungría maquillar algo el resultado final (36-28). Raúl Entrerríos, que jugó de mano, anotó dos goles.

La selección española de balonmano cerró la segunda fase del Mundial de Egipto como primera de grupo y se medirá mañana en los cuartos de final a Noruega, tras imponerse por 36-28 a Hungría en un choque descafeinado por la decisión del conjunto húngaro de reservar a sus mejores piezas. Mientras España recuperó al asturiano Raúl Entrerríos y al portero Gonzalo Pérez de Vargas, que no habían sido convocados contra Uruguay, Hungría dejó en la grada al portero Roland Mikler, el central Mate Lekai y el pivote Bence Banhidi, los tres jugadores que conforman la columna vertebral de la selección.

La circunstancia propició el despegue del equipo español, aunque tuvo que ser al segundo intento. El primero, el 7-2 en apenas ocho minutos de juego, se diluyó ante los problemas de los de Jordi Ribera para jugar en inferioridad, circunstancia en la que encajó hasta tres goles a portería vacía. Sin embargo, en el momento en el que España recuperó la igualdad numérica, volvió a distanciarse.

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