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El bisturí: El Sporting-Cartagena se convirtió en un menú indigesto

El equipo gijonés confirma sus carencias para crear peligro ante rivales que no se descubren

Uno de los barullos en el centro del campo durante el partido de ayer con, por la izquierda, Javi Fuego, De la Bella, Datkovic, Gragera y Elady.

Los que promocionan el slogan “odio el fútbol moderno” tienen una razón más después del Sporting-Cartagena de ayer. A la hora de la comida, o del vermut por tratarse de un domingo, los televidentes tuvieron que tragarse un partido de difícil digestión, de esos que definen la Segunda profunda: dos equipos que juegan a no equivocarse, a no perder, y que solo se agita por incidencias como la expulsión de Aitor García. Al Sporting le ha salido bien este planteamiento en muchos partidos, sobre todo cuando se enfrentaba a rivales teóricamente superiores. Así se impuso al Girona y al Almería, y le faltó el canto de un duro contra el Rayo Vallecano y el Leganés. Pero ayer se encontró con un Cartagena en reconstrucción, que viene de una mala racha inquietante, y que tardó mucho tiempo en darse cuenta de que podía aspirar a algo más que al puntito. Un mes después de desatarse la crisis del covid-19, las conclusiones en el club gijonés no pueden ser más contradictorias: salió adelante en la penuria, al sumar cuatro puntos de seis con medio equipo convaleciente, y ahora lleva uno en dos partidos contra rivales de la zona baja, con todos disponibles. Ante estos reveses, agravados por la expulsión de Aitor García, llega la hora de comprobar si la unión y el compromiso del que presume David Gallego en la plantilla son suficientes para mantener el tipo.

Con la suplencia de Borja López ya no hay intocables

Con todo el mundo pendiente de la vuelta de jugadores que habían pasado el covid-19, David Gallego sorprendió con la suplencia de Borja López, el único integrante de la plantilla que había disputado todos los minutos en Liga. A falta de explicaciones del entrenador, y dado el rendimiento del central gijonés, lo más probable es que la titularidad de Marc Valiente sea un premio a la constancia del jugador catalán, que se pasó gran parte de la primera vuelta lesionado. Valiente ha cumplido con creces cuando Gallego ha contado con él, incluso superando adversidades como el inconcebible penalti que le señalaron en el partido frente al Leganés y la expulsión contra el Betis. Ayer, una vez más, Marc Valiente demostró que el Sporting tiene cuatro centrales de garantías, ya que Pelayo Suárez siempre ha respondido.

La lengua desatada de Aitor García puede traer graves consecuencias

Por si las cosas no fuesen suficientemente mal, el partido se le torció definitivamente al Sporting cuando, a falta de diez minutos para la conclusión del choque, una jugada aparentemente intrascendente arruinó las escasas esperanzas de un triunfo local. Abraham Pérez Dapía, árbitro asistente número 1 de José Antonio López Toca, señaló falta de Aitor García muy cerca del banderín de córner. El onubense reaccionó de mala manera y se encaró con Pérez Dapía, que de inmediato advirtió a López Toca de un presunto insulto. Aitor García, que no se lo podía creer, se marchó al vestuario con un gran cabreo y después explicó al entrenador y a los compañeros que su expresión era para sí mismo. Pero Aitor y el Sporting tienen un problema: el Comité de Competición, en estos casos, solo atiende al acta y, según la redacción de López Toca, el extremo puede estar fuera durante cuatro partidos.

Minibache contra equipos de la zona baja de la tabla

El Sporting no está aprovechando un calendario teóricamente favorable en el inicio de la segunda vuelta. La salida a Castellón y la visita del Cartagena, dos equipos en zona de descenso, se ha saldado con un punto, aunque el equipo de Gallego sigue en zona de play-off gracias al frenazo de la Ponferradina en Zaragoza. Antes de que llegue una fase más dura (Espanyol, Ponferradina y Mallorca), el equipo rojiblanco se medirá en las próximas jornadas al Logroñés, Málaga y Albacete. Buenas piedras de toque para consolidar aspiraciones.

Los equipos cartageneros siempre pescan en el río revuelto de El Molinón

A los equipos de Cartagena se les da bien El Molinón. En 1992, en un partido de la fase de ascenso a Segunda División, el entonces Cartagena FC se impuso por 0-2 al Sporting B. Y ayer el FC Cartagena, refundado en 1994 y conocido popularmente como “Efesé”, se llevó un punto muy trabajado frente al equipo de David Gallego. Se notaron las incorporaciones del mercado de invierno en el cuadro murciano, especialmente la pareja de centrales formada por Datkovic y Raúl Navas. Más desapercibido pasó De Blasis, que realizó una gran temporada en el Eibar. Incluso hubo tiempo para el debut del centrocampista georgiano Aburjania. El exoviedista pasó desapercibido, salvo por la tarjeta que le mostró López Toca, la quinta para un Cartagena que en el primer tiempo casi bate un récord con tres amarillas en cinco minutos.

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