Con 7 años, Samuel Díaz Acerete ya competía sobre una moto. Con 14 acaba de dar un salto importante en su carrera, ya que esta temporada se subirá a una Kawasaki 400 para disputar el campeonato Superspot junior, un escaparate para los pilotos que aspiran a llegar a la elite del motociclismo. Esa es la ilusión de este allerano, admirador de Marc Márquez. Un objetivo que su padre, David, ve todavía muy lejos, mientras hace cuentas para afrontar los importantes gastos que supone participar en una categoría reservada a jóvenes y prometedores pilotos.
Samuel Díaz será uno de los 42 pilotos que iniciará el próximo día 10 de abril el Campeonato de España de Velocidad de la categoría Ssp 300 Superspot, en el circuito Ángel Nieto de Jerez. Serán siete pruebas, tras las que los más destacados podrían entrar en el Red Bull Rookies Cup, un programa de la firma de bebidas energéticas, muy relacionada con el mundo del motor para promocionar jóvenes promesas. El piloto de Cabañaquinta llega al campeonato de España con el aval de su título en el Open Premoto-4 y el segundo puesto en el Campeonato Interautonómico de Castilla-La Mancha.
Para Víctor Díaz, un apasionado de las motos, es una satisfacción la progresión de su hijo. También un dolor de cabeza para poder afrontar los gastos, que este año se disparan. La Kawasaki 400, de segunda mano, le ha costao 12.000 euros, aunque el mayor desembolso será para las ruedas que tendrá que utilizar durante el campeonato. “Un juego de las Pirelli cuestan 350 euros. Y cada fin de semana, Samuel puede llegar a utilizar tres o cuatro”, explica David Díaz.
David y Samuel Díaz tendrán que afrontar todos estos gastos sin el respaldo de una escudería. “La mayoría de los equipos fichan a un piloto y los demás tienen que pagar entre 35.000 y 40.000 eueros para correr con ellos”, recalca el padre. Afortunadamente, el asturiano se ha encontrado con un apoyo que David Díaz considera clave para afrontar la temporada: “Tengo que dar las gracias a Ángel Gómez, que además de vendernos la moto nos hace de mecánico, entrenador y telemétrico. Tiene un taller y con su equipo modesto, el Tecniracing, ayuda a mi hijo y a otro piloto”.
Gómez es el encargado de poner a punto la Kawasaki 400 de Samuel Díaz Acerete, que sorprendió a todo el mundo en su primera prueba con la nueva máquina, el pasado mes de noviembre en Cartagena. El allerano se subió al segundo cajón del podio en una prueba del Campeonato Interautonómico, pero sabe que a partir del día 10 la competencia será brutal porque participan pilotos de todo el mundo. Samuel tendrá que abrir el gas a tope en una moto que puede alcanzar los 210-220 kilómetros de velocidad punta, mientras su padre contiene a duras penas los nervios en el box.
