El español Rafa Nadal aseguró este martes que "en un mundo normal nunca" se perdería unos Juegos Olímpicos, pero reconoció que este contexto de pandemia crea una situación de incertidumbre que le impide tomar una decisión definitiva antes de los próximos dos meses.

"No sé todavía, no puedo dar una respuesta clara (sobre la participación en los Juegos de Tokio) porque no lo sé. En un mundo normal nunca pensaría en perderme los Juegos, claro, todos sabemos lo importantes que son para mí. En estas situaciones, no sé, veremos en un par de meses", aseguró Nadal en rueda de prensa en Roma, donde debutará este miércoles contra el italiano Jannik Sinner.

"Tengo que organizar mi calendario. En un año normal siempre tengo claro mi calendario desde el 1 de enero, pero este año es distinto. Hay que ser flexible", agregó.

El de Manacor consideró además que los jugadores más expertos están sufriendo particularmente por la pandemia porque son "más conscientes de los problemas".

"La pandemia nos ha hecho vivir cosas a las que no estábamos acostumbrados. Cuando se habla de pandemia se habla de los jóvenes, pero yo creo que ellos tienen energías para adaptarse más. Para nosotros que llevamos una vida viviendo en unas condiciones que han cambiado de manera drástica y somos más conscientes de los problemas, está preocupación está más acentuada", opinó.

Nadal no está sorprendido por el paso adelante de la nueva generación de tenistas y lo consideró un proceso normal de la vida.

"Nosotros (los tenistas más expertos) llevamos una vida jugando con público, quizás nosotros necesitemos un poco más eso, pero todo son teorías y búsqueda de motivos. Hay una generación joven que es buena. Es la vida, una rueda que no se detiene para nadie", subrayó.

"Primero, (él, el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer) nos estamos perdiendo eventos. Segundo, hay una nueva generación que es muy buena. Tercero, tenemos 33, 34 y 39 años. Normalmente nada es para siempre", añadió.

Sin embargo, Rafa, nueve veces campeón en Roma, prometió darlo todo cada día como siempre ha hecho y expresó su ilusión por estrenarse en Roma con una ronda "de las más complicadas". Le tocó Jannik Sinner, número 18 del mundo y gran esperanza del tenis italiano.

"En Madrid jugué muy bien, luego tuve dos juegos malos y todo se perdió (ante el alemán Alexander Zverev), pero en Madrid jugué en mi mejor nivel de los últimos tiempos. Aquí me tuve que adaptar a nuevas condiciones, eso requiere tiempo, pero estoy listo. Mañana será uno de los comienzos más complicados posibles, contra Sinner, espero estar preparado", dijo.