En una coqueta casa de Villamar, una pequeña localidad de Oviedo muy cercana a San Claudio, se juntó ayer un quinteto “azzurro” de lo más variopinto que resumía ayer la sensación del rival de España. “Sufrimos bastante, pero mejor sufrir y ganar que sufrir y perder. Fue un partido luchado”.
Un abogado, dos profesores de Derecho, un catedrático de Astronomía y Astrofísica y un gerente de una pizzería italiana. Los cinco tenían algo en común: son italianos y llevan varios años viviendo en Oviedo. Y los cinco sufrieron durante el partido de Italia, su Italia, ante la España de Luis Enrique. Se brindó con cerveza y también con un Nero d’Avola de Sicilia. Se gritó, se sufrió y se maldijo en italiano (“vaffanc..”) mientras España lo intentaba en la primera parte. “Esperaba más de los nuestros. Tenemos un problema arriba: Immobile no vale para nada. Sale de Italia y no sabe jugar”, se lamentaba Leonardo Cappeta, milanés nacido en 1965 y abogado afincado en Oviedo desde 1989. Sufridor con Italia, si alguien preguntaba cuanto llevaba la “azzurra” sin levantar un trofeo Cappeta enseñaba la puerta de la casa e invitaba a salir.
También hubo alguna crítica a Mancini, el seleccionador italiano. “Es que no hemos pasado de la mitad de campo”, se quejaba Davide de Pietri (Parma, 1967), profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Oviedo.
Los cinco festejaron por todo lo alto el gol de Chiesa y con el de empate de Morata les entró el bajón. Entre queja y queja, tiempo para hablar de la última creación del quinteto italiano: la fundación de la peña Inter Club: Il Mago de Celorio, en honor al emblemático Helenio Herrera, que tenía un chalé en Celorio muy cerca del astrofísico y catedrático de la Universidad de Oviedo Luigi Toffolatti, impulsor de esta peculiar asociación de seguidores del Inter.
Francesco Paolo Corso (Palermo, 1982), es el único del grupo que no es seguidor del Inter. Es hincha del Palermo y del Oviedo. Salvo Paolo Corso, todos son seguidores de Mourinho. Roger Campione, profesor de Filosofía del Derecho, era el más sufridor. “Hay que estar muy atentos a Pedri. Es un “ragazzo” con mucha clase”. Y así, con clase italiana, festejó ayer el grupo transalpino afincado en Asturias el pase a la final. “Ganaremos la Eurocopa”, anuncian eufóricos.