“Cuando entré yo el partido estaba roto, todo era un correcalles, por lo que era fácil encontrar espacios para hacer más daño al rival”. Cristian Rubio, jugador de Caudal Deportivo, resta importancia a su actuación en el partido ante L’Entregu, donde un gol suyo dio la victoria a los mierenses en un encuentro que estaba condenado al empate. Ha disfrutado de dos días de descanso para recuperarse de la resaca que dan acciones como esta, pero ya está listo para volver a levantar las gradas del Hermanos Antuña con goles como el del sábado.
En el minuto 90, el mediapunta caudalista encaró al borde del área, provocando una falta peligrosa. “No estaba planeado que tirase yo las faltas. Otros años sí que me encargaba de estas acciones, pero esta vez no le había comentado nada al entrenador”, confiesa el jugador langreano. Pero al ser él el que había forzado esa ocasión, decidió pedirles a sus compañeros que le dejasen intentarlo.
“Me fije en que el portero estaba mal colocado, muy cerca de su palo. La clave fue que el balón superase la barrera, porque hacer que la pelota acabase en el fondo de la red era sencillo”, reconoce Rubio, que no falló.
“El partido estuvo súper igualado, ninguno de los dos equipos tuvo ocasiones claras con las que ponerse por delante en el marcador”, explica el mediapunta langreano, que entró en la segunda parte para revolucionar el encuentro y cambiar la tónica con su descaro y velocidad. Gracias al gol anotado por Cristian Rubio, el Caudal es líder en del Grupo 4 de la Copa Federación con seis puntos, por delante de L’Entregu (3) y el SD Lenense (0). Estos tres puntos son vitales, porque la fase de grupos ya está en su ecuador y los de la cuenca del Caudal tienen muy cerca la clasificación para las semifinales de la fase regional. El próximo encuentro de los caudalistas será mañana en el campo del Lenense, donde irán con el objetivo de dejar prácticamente cerrada su participación en la siguiente fase.
