El rechazo y el cerco a Rusia aumentan cada día que pasa. A título individual o colectivo no aparecen deportistas, equipos o federaciones que quieran enfrentarse al país dirigido por Vladimir Putin, como respuesta a la invasión de Ucrania que ha puesto en jaque al mundo entero.

A cuatro días del inicio de los Juegos Paralímpicos de Invierno, que se celebran también en Pekín, los representantes de la Federación Rusa siguen inscritos en todas las competiciones, con la única exigencia de participar sin la bandera y el nombre de su país, tal como sucedió en los recientes Juegos Olímpicos por los pecados con el dopaje. En Pekín también está prevista la asistencia de atletas paralímpicos de Ucrania.

El movimiento olímpico solo se pronunció el viernes cuando el COI (Comité Olímpico Internacional) mostró su indignación por romper Rusia la tregua olímpica al iniciar la guerra e invadir Ucrania y recomendó que las competiciones internacionales programadas en Rusia y también en Bielorrusia se cancelasen o se trasladaran a otros países.

Por ahora, solo se mantiene el Mundial masculino de voleibol que debe celebrarse entre el 26 de agosto y el 11 de septiembre en territorio ruso. Es lo único que mantiene Rusia, pero el vigente campeón, Francia, ya ha informado de forma oficial que ellos no irán sino se cambia la sede a otro lugar.

La repesca del Mundial

El cerco, por lo tanto, se va estrechando. La FIFA, en su caso particular, deberá tomar una decisión después de la negativa de Polonia y Suecia a jugar contra Rusia, que también ha secundado la República Checa. Entre estas cuatro selecciones deben jugarse una plaza de repesca para el Mundial de Qatar. Todo puede cambiar si finalmente la federación internacional excluye al fútbol ruso de la competición.

Otro problema a tener en cuenta se puede producir con el equipo ciclista del Gazprom Rus Velo, que el próximo mes afronta como escuadra invitada algunas pruebas World Tour, a las que no puede participar directamente al no estar en la primera división de este deporte. Es el único conjunto profesional ruso en este deporte. Aunque cuenta con corredores de diversas nacionalidades, la mayor parte son ciclistas locales.

Serbia y la Euroliga

Mientras tanto, Serbia, uno de los países que no ha condenado todavía la invasión rusa a Ucrania, se ha ofrecido para que sus pabellones se conviertan en canchas neutrales donde puedan jugar los equipos rusos los partidos de la Euroliga, una propuesta que afecta a los equipos Zenit de San Petersburgo, CSKA de Moscú y Unics Kazan. Precisamente, el Barça vio como se le cancelaban los dos encuentros que entre el viernes y este domingo debía disputar en Rusia.

Por si fuera poco, este domingo, la Federación Internacional de Judo retiró a Putin el título de presidente honorífico y lo suspendió como embajador del organismo. El presidente ruso es aficionado a este deporte y es cinturón negro, el máximo nivel en un judo en el que tradicionalmente Rusia mantiene una gran influencia.