Doce cámaras desde la cubierta de los estadios, jugadores seguidos en todo momento, un balón con chip y referencias de 29 partes del cuerpo de los futbolistas. Este despliegue tecnológico es la última novedad de la FIFA para terminar de una vez por todas con las polémicas de los fueras de juego, uno de los grandes dilemas del mundo del fútbol. La idea es crear un sistema de detección de fueras de juego de manera semiautomática, que permita ver con más claridad este tipo de acciones y sirva de ayuda al trío arbitral. Durante la Copa Árabe ya se hicieron las primeras pruebas y el Mundial de Qatar 2022 va a ser su gran estreno mundial.

El problema que tiene actualmente el VAR es que las imágenes no se pueden detener en el momento exacto en que la bota del jugador toca el balón. Al utilizar las cámaras de televisión, que graban en frames, puede darse la circunstancia de que en un frame el jugador aún no haya tocado la pelota y en el siguiente el esférico ya esté en movimiento. La solución de la FIFA es la siguiente. Se instalarán doce cámaras en el estadio que sigan a los jugadores y el balón del Mundial tendrá un chip que enviará 50 veces por segundo a la sala de arbitraje los movimientos exactos y a tiempo real de la pelota. La tecnología es similar a la que se utiliza para saber si un balón ha superado o no la línea de gol, ya que así se puede congelar con total exactitud el movimiento para analizar si existe fuera de juego.

Esta innovación está llamada a acabar también con uno de los problemas que genera el VAR, los descuentos infernales. Durante este año no era de extrañar que los partidos tuvieran más de 10 minutos de añadido para compensar las pérdidas a la hora de ir al monitor, algo que con esta tecnología ya no va a ocurrir. Al tener controlados mediante cámaras a todos los jugadores se sabrá en cuestión de segundos cuándo el jugador ha realizado un pase y desde que posición partía su compañero, sin necesidad de tirar las típicas líneas que se veían en televisión. La idea es que el espectador solo vea la decisión final, sin necesidad de presenciar el proceso.

Pierluigi Collina, jefe del Comité de Árbitros de la FIFA, que presentó ayer la innovación, está convencido de que puede ser un gran avance para el fútbol. “La FIFA está decidida a aprovechar los avances tecnológicos para mejorar el fútbol en todos los niveles”, comentó el italiano.