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Mundial de Atletismo

El Mundial de atletismo más norteamericano

Empieza la cita atlética en la madrugada del viernes al sábado en Eugene (Oregón), uno de los epicentros logísticos y emocionales de este deporte

Mundial de Atletismo. EPC

El atletismo en los Estados Unidos solo se mira masivamente cada cuatro años, cuando el músculo olímpico de la primera potencia deportiva del planeta importa durante apenas una semana y media. El 'track&field' sobrevive el resto del tiempo en las prestigiosas universidades norteamericanas, ignorado por las grandes audiencias en comparación con deportes tan profesionalizados como el béisbol, el fútbol americano o el baloncesto. El Mundial de Eugene, aplazado en 2021 por la pandemia en favor de los Juegos de Tokio, va a suponer todo un desafío a la hora para captar la atención de un país que organiza este campeonato por primera vez, tras 17 ediciones con este formato estrenado en Helsinki en 1983. La diferencia de nueve horas con Oregón, con finales de madrugada en Europa, complicará su seguimiento al otro lado del Atlántico [Vea aquí los horarios de todas las pruebas]Con la mayoría de los atletas rusos y bielorrusos inhabilitados, con excepción de los 18 que se han sometido al seguimiento antidopaje, los estadounidenses se van a dar un atracón de medallas y finalistas en su debut como organizadores. Ucrania estará presente con 53 atletas, solo tres menos que España, gracias a una ayuda solidaria capitaneada por World Athletics, por importe de 230.000 euros.

El estadio de Prefontaine

El estadio Hayward Field en la Universidad de Oregón con capacidad ampliada para 40.000 espectadores es, por muchos motivos, uno de los epicentros logísticos y emocionales de este deporte, en el país que presume de primera potencia mundial en casi todo. Construido en 1919, ha servido de escenario para forjar leyendas como la del emprendedor Bill Bowerman, el coach que se inspiró en la tostadora de gofres para fabricar una suela más adherente en las primeras Blue Ribbon, el primer prototipo de Nike. Pero, sobre todo, es la pista de Steve Prefontaine, el corredor de larga distancia cuyo glamour empujó a millones de estadounidenses al forrestgumpismo setentero, a practicar jogging habitualmente, la mecha que provocó la explosión del fenómeno runner. Prefontaine vivió deprisa y un accidente de tráfico se lo llevó a los 24 años. En su memoria se celebra una reunión atlética anual de altísimo nivel.El estadio ha sido rehabilitado entre 2018 y 2020 por Nike, la firma local que calza y viste a la mayoría de las grandes estrellas de este deporte, y albergará, a partir de viernes 15 de Julio y hasta el 24, la cita deportiva más global del Planeta, con casi 200 países representados.56 españoles

España acude con un equipo de 56 atletas, un 40% son mujeres, en pos del sueño americano. Se deja en casa al último adoptado por el atletismo patrio, un triplista de origen cubano que cuenta los días para que la franquicia federativa le permita competir bajo su nueva bandera. Jordan Diaz, el diamante que pule Iván Pedroso en su saltadero de Guadalajara, el hogar atlético de la embarazada Ana Peleteiro y, por lo tanto, también ausente en la cita mundialista, ya tiene un récord y un pasaporte español, pero la norma que, supuestamente, impide la colonización deportiva, no le permite competir con la Roja hasta el hasta 2023.El alicantino Pablo Torrijos será el único representante español en el triple salto y Pedroso tendrá a la valenciana de familia senegalesa, Fátima Diame, en el saltadero de longitud del Hayward, pero Jordan Alejandro Díaz Fortún de momento no se mueve de Castilla-La Mancha. El triplista hispano-cubano de 21 años saltó con la camiseta de la Fundació Barca en el nacional de Nerja, logrando un nuevo tope español, 17,87 metros. Con ese registro se colocó líder universal en el ranking provisional de la temporada, pero la Selección ha viajado a Eugene sin el atleta con más posibilidades de triunfo y el Mundial se queda sin el líder del año en la especialidad. Mal negocio para todos, también para Cuba y su deportista desertor.Durante el campeonato disputado el pasado mes de junio en Nerja, otra de las grandes promesas del atletismo nacional, el mediofondista Mohamed Katir, nacido en Acalzarquivir, Marruecos, y residente en Mula, Murcia, se quejaba amargamente de que, en su caso, su nacionalización como español había tardado años, mientras que para otros, como el cubano, el trámite se ve reducido a meses.

Renacido 1.500

Katir representará a España en Eugene en 1.500, junto con Mario García Romo e Ignacio Fontes. El atleta de origen magrebí causó sensación la temporada pasada al hacerse con tres récords de España, entre ellos el de 1.500 en poder del mítico Fermín Cacho, justo antes de los primeros Juegos celebrados a puerta cerrada por la pandemia. Katir contaba para el podio en la final de 5.000 metros en Tokio, pero sucumbió a la encerrona de los ugandeses liderados por Joshua Kipchirchir y acabó en un meritorio pero discreto octavo lugar, lejos de las grandes expectativas creadas a raíz de sus impresionantes registros en las semanas previas a los Juegos. El plusmarquista nacional forma con Ignacio Fontes y Mario García Romo un prometedor trío en la distancia más táctica, el 1500, una especialidad que parece revivir tras casi una década sin grandes alegrías. Mario García Romo, un estudiante de biotecnología en Misisipi, superó a Katir en el campeonato nacional, confirmando que su victoria previa en la milla del campeonato universitario americano, NCAA, no fue por casualidad. Por mérito propio, el salmantino destaca entre el numeroso grupo de 154 atletas españoles actualmente becados por las universidades estadounidenses.También el trío de mediofondistas del 800 invita al optimismo, con Álvaro de Arriba, Adrian Ben, finalista en Tokio, y Mariano García, vigente campeón mundial bajo techo. Asier Martínez en 110 vallas y los marchadores (María Pérez, Laura García Caro, Raquel González, Miguel Ángel López, Álvaro Martín y Álvaro López, Marc Tur, Diego García y Alberto Amezcua), más los relevos, en los que España presenta cuatro equipos, incluyendo el mixto, parecen ser las mejores bazas para apuntalar un éxito de mínimos en una Selección sin maratonianos. Éstos han focalizado su temporada para una cita más asequible y prometedora en el Europeo de Munich (del 11 al 21 de Agosto), entre ellos el catalán Ayad Lamdassem, finalista en Tokio, cuya preparación para Eugene se complicó por una lesión.

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