Santi Mina exige al Celta su incorporación inmediata a los entrenamientos. Lo ha hecho a través de un burofax, tal y como ha informado este lunes el club celeste en un comunicado, donde además añade que, debido a esto, "se ven obligados a asumir la presencia del jugador desde este momento en las sesiones de preparación dentro de los horarios estipulados con sus compañeros".

El Celta también ha advertido que se reserva su derecho de reclamar, si la sentencia por abuso sexual se convierte en firme, "todos los daños y perjuicios ocasionados por el comportamiento del jugador a la entidad tanto económicos como de imagen del club, respetando a día de hoy su derecho a recurso".

El club ha querido destacar, así mismo, que el futbolista, "dada la situación judicial que ha generado y que daña la imagen de este club", ha rechazado una oferta para jugar en un equipo de otra liga, tal y como había adelantado FARO DE VIGO, diario que pertenece al mismo grupo que este medio.

En el comunicado, el club ha manifestado que "nunca se dejará presionar por ningún trabajador que busque sus intereses particulares" y, además, ha mostrado su sorpresa por este movimiento del jugador "encaminado a dañar al Celta, que desde la sentencia judicial obró conforme a los valores de este club y de su afición y a los que no renunciará bajo ningún concepto".