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Mundial de MotoGP

Márquez: "Lo importante es que Honda no ha entrado en pánico"

El líder de la marca japonesa repasa, en Spielberg (Austria), el momento de su recuperación, que juzga "muy optimista" y asegura que, la semana que viene, debe pasar una revisión vital para planificar su reaparición

Marc Márquez.

Lo juro, el ‘hospitality’ de Honda, en el precioso y lujoso circuito de Spielberg, en Austria, propiedad de la riquísima Red Bull, estuvo a punto, a punto, de venirse abajo. De pronto, en plena conferencia de prensa de Marc Márquez, su líder, el ocho veces campeón del mundo que se recupera de su cuarta operación en el brazo, húmero y hombro derecho, empezó a diluviar, casi un huracán se hizo presente en el ‘paddock’ y todo se detuvo. Héctor Martín, DIRCOM del equipo, tuvo sus dudas y, de pronto, “para evitar males mayores” (ya se había caído alguna pared y descolgado más de una lámpara), decidió que siguiéramos la charla más protegidos.

Márquez, que está en Spielberg para cumplir su deseo de no perder el hilo, no ya del campeonato sino del desarrollo de la Honda del año que viene, visto el desastre de la actual RC213V, no las tenía todas consigo y aceptó seguir conversando en un lugar más protegido. Y fue ahí, más tapados, más seguros, donde MM93 aseguró estar muy contento, con cierto cosquilleo en sus tripas, “el de siempre, el que te hacen dudar de cómo responderá el brazo, cuatro veces operado, cuando lo fuerces de verdad sobre la moto y los huesos y músculos deban trabajar a tope”, pero dispuesto a recibir, la semana que viene, la buena noticia, tras el TAC al que se someterá, de que los doctores Joaquín Sánchez Sotelo, que le operó en EEUU, Samuel Antuña y Ángel Cotorro, le dejan entrar ¡ya! en la recta final de su preparación.

Muy ilusionado

“Es un brazo con cuatro operaciones encima, siempre tendrá cositas ¿no?, pero todo va bien, de verdad, estoy muy ilusionado. Y, además, he podido comprobar que Honda no ha entrado en pánico, cosa vital, fundamental, pues cuando entras en pánico, insisto, cosa que jamás ha ocurrido, empiezas a tomar decisiones precipitadas y erróneas y no progresas, ni evolucionas, ni mejoras”, comentó Márquez, que se reunió varias veces con sus jefes supremos, Shinichi Kokubu y Tetsuhiro Kuwata, en compañía de su ingeniero de cabecera y amigo Santi Hernández, que le ha ayudado a ganar siete de los ocho títulos que posee.

Me encuentro bien, lógicamente, con las molestias que siempre provocan una recuperación tras la cuarta operación en el mismo brazo, con días mejores que otros, con dolores que aparecen y desaparecen, pero feliz, contento, ilusionado y muy esperanzado, aunque aún nos falta bastante para cantar victoria”, comenzó diciendo el piloto de Cervera (Lleida). “La semana que viene me someto a un TAC y ahí sabremos si el húmero derecho está totalmente consolidado, si el callo ya es sólido, y podemos dar un paso más en la intensidad de la preparación, paso que empezaría, esta vez sí, a ser ya definitivo de cara a subirme en alguna moto para probarme”.

Marc Márquez saluda a uno de sus jefes, el ingeniero japonés Tetsuhiro Kuwata, hoy en el circuito de Spielberg, en Austria. Alejandro Ceresuela

Alguien le recordó que el motivo de entrar, de nuevo, en el quirófano fue la confirmación, vía clínica Mayo, de Rochester (EEUU), de que su húmero se movía, giraba sobre sí mismo, en un 33% y, aún así, ganó tres grandes premios. “Sí, el año pasado gané tres carreras con el brazo girado en un 33%, moviéndose, girándose sobre sí mismo. Y todo porque iba convencido sobre la moto y, por supuesto, a menudo, cuando tienes tantas ganas de ayudar, el poder de la mente es superior al físico aunque, estando tan mal, es evidente que, al final, no hubo más remedio que tomar la decisión de volver a operar porque era o entrar en el quirófano o retirarse”.

Seguridad absoluta

Márquez explicó que está vez, por encima de todo, el doctor Sánchez Sotelo le dijo, ya antes de operarle, que toda la atención iba a estar centrada en curar el hueso. “Prioridad absoluta, antes que pensar en nada, no ya en subirse a la moto, en nada, era salvar el hueso, reconstruirlo, fortalecerlo. Cuando el hueso este bien, me dijo, yo te daré el OK y tú tienes que ir viendo, con los doctores Samuel Antuña y Ángel Cotorro, cuál es tu plan de fuerza y cuando puedes volver a subirte a una moto. Lo que es evidente, porque eso ya lo experimente tras las otras tres intervenciones en el mismo brazo, es que no voy a esperar a estar al 100% de fuerza en el brazo para volver a subirse a una moto. ¿Por qué?, porque la última parte de la rehabilitación siempre, siempre, hay que hacerla encima de una moto”.

Márquez ha contado, con la mejor de sus sonrisas (la lluvia, el huracán, el tsunami austriaco, ya había desaparecido, aunque llovía y mucho), que le ha dado mucho gusto volver a vestirse con la ropa del equipo y ponerse la gorra. “Ya avisé en Mugello que esta vez no quería estar desconectado del día a día del equipo, más que del Mundial, porque estamos en un momento delicado. La última vez ya desconecté demasiado y me arrepentí, pues perdí información muy nueva y no me gustó, no. No he venido a Austria para ver las motos en pista, es más, creo que no las veré. He venido para reunirme con el jefe del proyecto de Honda MotoGP, Shinichi Kokubu, con los ingenieros japoneses de HRC y con mi equipo liderado por mi ingeniero Santi Hernández”.

"Honda tiene la mente abierta para cambiar. Nadie tiene una venda en los ojos. Todos admiten los problemas"

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El líder del proyecto Honda, que sigue siendo, sorprendentemente, quien más puntos ha sumado este año, sin apenas correr, insistió en que “es muy importante no entrar en pánico y, en ese sentido, puedo afirmar que jamás había visto trabajar tanto a Honda como está trabajando ahora. Son perfectamente conscientes de que debemos de remar, todos, todos, en la misma dirección. Yo me he vuelto a operar para volver a lo más alto, para volver a ganar, y lo quiero hacer con Honda. Y, en ese sentido, tenemos que estar más unidos que nunca. Confío en ellos, confío en su filosofía y los veo con la mente abierta para mejorar el proyecto y volverlo a convertirlo en ganador”.

Encajar el tetris

El discurso de Márquez fue, no solo pausado y muy reflexionado, sino tremendamente realista. No quiere fijarse en los resultados, dice que no son reales. “Una décima, ¡una décima!, lo cambia todo en la actual MotoGP. Y una décima puede salir de mil sitios”. Márquez cree que no están tan lejos. Y, en este sentido, está muy ilusionado, pues ve a Honda con otra mentalidad, consciente de todo lo que les ha ocurrido este año.

Les veo con la mente más abierta, lo que es importantísimo en un momento donde la opinión de todos debe fluir para alcanzar el objetivo final, que es volver a ser competitivos”, comentó Márquez. “Y los veo muy realistas y no con una venda en los ojos, que pudiera ser el papel de una fábrica campeona. Nadie en el equipo tiene una venda en los ojos. Ya no solo es trabajar, hay que mantener motivada a la gente, con estilo de competición. Quedan muchas carreras y debemos emplearlas, todos, para construir la moto del futuro”.

Márquez piensa en un futuro mejor, mucho mejor. Él ve las piezas sobre la mesa y cree que todo es cuestión de acertar en colocar bien las primeras, pues el resto encajará sin problemas. “Esto es un puzle, es un tetris y, al final, todo debe cuadrarnos. Para eso, es vital la predisposición de todos y que la información, como ocurre ahora, fluya entre la fábrica y el equipo, entre los ingenieros de Japón y los que están en el circuito”.

"Mi único sueño es subirme a la moto, entrar en una curva y no tener que pensar cómo debo colocar el brazo para que no me duela"

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No hace mucho, Pol Espargaró, que pronto confirmará la noticia adelantada por El Periódico, el pasado 20 de junio, de que, el próximo año, correrá, de nuevo, con una KTM, dijo que no veía a Honda consciente del problema que tenía. “No comparto su opinión. Yo he venido aquí, a Austria, y aquí está Shinichi Kokubu, el máximo responsable del proyecto MotoGP, que ya estuvo en Holanda y en Silverstone, así que no puedo dudar de ellos”. Márquez insistió en que “todas las mentes de Honda están abiertas a la reflexión y todo el mundo está aportando sus ideas para evolucionar y cambiar esta situación”.

Cuando le preguntamos si soñaba, no ya con volver a competir este año sino con “volver a ganar”, Marc Márquez fue contundente en su respuesta: “No sueño con volver a ganar carreras este año. Sueño con volver a subirme a una moto y no sentir dolor, con eso sí sueño. Sueño con subirme a la moto y pensar cómo trazar esa curva más veloz que los demás, no cómo colocar el brazo para no sentir dolor”.

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