Las artes marciales mixtas son un deporte de otro planeta. No se puede explicar con palabras lo vivido anoche en Utah con una remontada bestial de Leon Edwards que se llevaba el cinturón del welter en un enfrentamiento que tenía perdido contra el rey del libra por libra, Kamaru Usman.

Pero la noche no empezaba ahí. Volvía José Aldo, un peso gallo que tuvo el valor de enfrentar a Connor Mcgregor en su mejor momento y sufrió una rápida derrota. Pero no se dio por vencido y continúa en su camino por recuperar el cinturón que lo acredite como rey de la UFC.

Se midió al georgiano Merab Dvalishvili, que tiene en su esquina nada más y nada menos que al campeón de la misma categoría , Aljamain Sterling.

El brasileño no consiguió hacer lo suficiente para llevarse la pelea a pesar de conseguir defender todos los intentos de derribo del georgiano, que no fueron pocos. Dvalishvili consiguió dominar al mejor peso pluma de la historia en el stricking por lo que se llevó la pelea con decisión unánime en las cartulinas de los jueces.

Dos o tres anuncios más tarde entraban al octágono de Salt Lake City (Utah) Luke Rockhold y Paulo Costa, dos peleadores del peso medio que buscan volver a pelear por el campeonato de la Ultimate Fighting Championship.

La pelea llegó al segundo asalto, aunque no lo mereció el americano que se daba casi por vencido al final del primer round. Aún así consiguió salir y empezó bien la segunda ronda, pero apenas transcurridos unos segundos se veía que no podía más. Sin embargo, Paulo Costa dio una imagen de debilidad cardioresporatoria que le podría pasar factura de cara a una próxima pelea.

Cuando quedaban a penas 50 segundos, el brasileño aplicó un fuerte golpe a la entrepierna del americano que pareció ser el final y que Costa celebró con las manos en alto, pero Rockhold consiguió reponerse y siguió peleando. Una auténtica muestra de coraje por parte del californiano a sus 37 años.

Fue sorprendente como tuvieron que llevarse al americano a su esquina de los brazos finalizado el segundo, como si de una película de Rocky se tratase. Sin embargo en su esquina lo animaban: “¿Quieres ganar? Vamos a por ello”, palabras con las que daban inicio a un tercer asalto que consiguió empezar dominando, aunque Costa no tardó mucho en llevarlo al suelo.

Increíble como terminaba el combate con Rockhold en pie, aunque tambaleándose por la jaula. Pero, para sorpresa de todos, Paulo Costa conseguía ganar por decisión unánime la contienda, aunque con abucheo de todo el recinto. El californiano dejaba las guantillas en el suelo -se retira de la competición-. “Estoy muy viejo”, decía ante las cámaras.

Por otra parte, el brasileño dio una imagen bastante pobre, no está al nivel necesario para volver a disputar los cinco asaltos.

Y llegó el main event de la velada en el Vivint Arena, hogar de los Utah Jazz, franquicia de la NBA.

Leon Edwards tenía su opción de conseguir el cinturón del Welter contra el rey del libra por libra, el nigeriano, Kamaru Usman. Ambos comenzaban en el centro del octágono, serios, sin mirarse. Poco duraron las precauciones, ya que nada más comenzar a golpearse, ambos se agarraron y se precipitaron al suelo. Raro, porque era la primera vez que alguien conseguía derribar a la pantera.

Al final del segundo asalto las tarjetas marcaban el 1-1, primero de Edwards, segundo del campeón. Sin embargo, a pesar de lo empatada que estaba la contienda hasta ese momento, Usman consiguió imponerse en el resto del enfrentamiento, hasta que, apenas unos segundos para el final, y teniendo la pelea totalmente perdida, Leon Edwards conectó una brutal patada a la cabeza que dejaba al ya ex campeón pegado a la lona con la mirada perdida. Posiblemente haya sido la remontada más bestia de toda la historia de la UFC. Hay un nuevo rey en el peso Welter.