“Menos mal que ya solo quedan dos grandes premios”. Fernando Alonso está ansioso por zanjar su aventura en Alpine después de una temporada de pesadilla en la que los problemas de fiabilidad (“siempre en el coche 14”, no tanto en el de su compañero Ocon), le han impedido brillar a la altura de su pilotaje. La frustración del asturiano, que este domingo en México vivió un nuevo abandono por fallo de motor, es mayúscula. Sobre todo porque él considera que a sus 41 años está a su mejor nivel al volante.

A lo largo de la temporada se ha repetido el guion con demasiada frecuencia: Fernando se esfuerza en conseguir el mejor reglaje y el mejor rendimiento posible en pista, y a menudo logra situarse como el ‘mejor del resto’ tras los tres grandes, Red Bull, Ferrari y Mercedes

De fallo en fallo

En las salidas suele dejar constancia de su clase y muchas veces gana posiciones, como ocurrió en México, donde pasó de la novena a la séptima plaza en la primera curva. En carrera su lectura de la situación le permite exprimir las virtudes del A522. El domingo, por ejemplo, acertó en su estrategia de neumáticos, imprimió un gran ritmo con el compuesto medio, alargando su primer stint un total de 41 vueltas y abordó el tramo final de carrera sin presión de los pilotos que le perseguían. “Tenía un cómodo séptimo puesto al alcance, pero otra vez el coche se rompió... otra vez el 14”, lamentó el bicampeón español, desolado al ver como un nuevo fallo mecánico arruinaba su carrera.

El primer problema de fiabilidad del Alpine se detectó tras la carrera inaugural de Bahrein, en la que Alonso fue 9º. En Arabia Saudí, iba sexto, peleando por el quinto con Russel cuando su coche se paró. Y en Australia el motor falló en Q3, comprometiendo sus opciones. “No hay que alarmarse, quedan 20 carreras y en alguna de esas tendremos mucha, mucha suerte”, auguró entonces Alonso. 

Dos averías consecutivas

Pero la mala racha no terminó. Mick Schumacher le dejó fuera em Imola y en Miami no puntuó por sanción. En Barcelona no pasó de Q1 por un “malentendido” con su ingeniero, penalizó por cambiar la unidad de potencia y arrancó último. En Canadá brilló bajo la lluvia para situarse segundo en parrilla, pero acabó 9º por sanción en carrera, después de que un problema en el KERS le obligara a forzar para defenderse de Bottas. En Austria su coche no arrancó en la salida de la carrera al esprint y un error de Alpine en el pitstop le relegó al 10º puesto en la carrera larga. 

Y tras diez grandes premios consecutivos en los puntos, Fernando sufrió dos averías de motor consecutivas encadenando ceros en Italia y Singapur. Ahora, tras las séptimas plazas en Japón y Austin (después de que la FIA le diese la razón y le restituyese los 6 puntos), el asturiano vio como se esfumaba otro séptimo en México.

Palabras vacías

Alpine le ha pedido disculpas, aunque las palabras del director Otmar Szafnauer suenan vacías: “No tenemos la misma gente preparando siempre el motor de Alonso y Ocon, se mezclan. Aunque así la probabilidad de que el problema siempre sea del mismo lado, no hay cero probabilidad de que eso ocurra. Recuerdo cuando estaba en Honda, Sato tuvo 13 averías en un año y Button, ninguna. Igual que ahora, es una cuestión de suerte”. 

No habrá que esperar mucho para ver a Fernando Alonso al volante del Aston Martin. Alpine le ha liberado debutar con su próximo equipo y subirse al AMR22 en el test posterior al Gran Premio de Abu Dhabi, el martes 22 de noviembre. Alonso, al igual que los pilotos que cambian de equipo, aprovechará el tradicional test que organiza Pirelli a final de temporada para probar sus neumáticos definitivos cara a 2023.

La hora de los estrenos

Cada equipo participará en los ensayos con dos coches, uno para sus titulares y otro para sus jóvenes pilotos. Además del debut de Fernando, Nyck de Vries se estrenará con AlphaTauri y Pierre Gasly, con Alpine. Todavía no está claro si los franceses liberarán a Oscar Piastri para que pruebe con McLaren. Alonso ha intervenido personalmente para poder adelantar su primer test con Aston Martin. “¡Siempre estoy a cargo de mi propio destino!” ha dicho, aunque no es seguro que pueda vestir de verde.