Iniciativa ecológica

Un equipo noruego de ciclismo correrá con la misma ropa de 2022 para reducir la huella de carbono

El Uno-X, que aspira este año a correr el Tour, mantiene el vestuario de la temporada pasada, al contrario que el resto de escuadras, en búsqueda de un deporte más sostenible

El conjunto noruego del Uno-X, en diciembre de 2022, entrena por carreteras alicantinas.

El conjunto noruego del Uno-X, en diciembre de 2022, entrena por carreteras alicantinas. / UNO-X CYCLING TEAM

Sergi López-Egea

Hace muchos años un famoso equipo de ciclismo decidió cambiar de proveedor de bicis. Pedían tantas que la escuadra que tomó el relevo, tras realizar el pedido para toda la temporada, recibió un correo electrónico: “Se han equivocado y nos han pasado el encargo del primer trimestre. Solicitábamos las bicis para todo el año”, escribió el fabricante.

finales de los 90 se produjo un derroche económico por parte de muchos conjuntos, que no miraban en gastos apoyados por potentes patrocinadores. Pero llegó el azote del dopaje, firmas que miraron hacia otros deportes, que si no eran más limpios por lo menos estaban menos controlados, y posteriormente la crisis económica que provocó un recorte de gastos sistemático y un mayor control de cómo se distribuía el dinero aportado.

Más coches, más autobuses, más gasolina

El ciclismo fue creciendo, como sucedió en otras muchas disciplinas, más coches, más autobuses, más furgonetas… hasta el punto de que se convirtió en un deporte, que pese a pedalear supuestamente alineado con la naturaleza, provocaba grandes colas en las gasolineras próximas a los hoteles que ocupaban los equipos en carreras como el Tour. Aún no habían llegado coches híbridos o eléctricos que ya comienzan a circular entre la caravana de muchas carreras.

Con la ropa sucedía igual: montones de plástico, ahora hay muchos fabricantes que envuelven las prendas nuevas de manera más ecológica, que llenaban los cubos de basura cada mañana en las que el corredor estrenaba uniforme para sentirse más cómodo al inicio de una etapa. Y, sobre todo, una lucha, de la que no son ajenos otros deportes, por cambiar cada año de diseño con el fin de favorecer la venta de los ‘maillots’ y los culotes entre cicloturistas que querían ir vestidos a la última.

La moda empezó hace dos o tres años. Cuando las campanadas aún resonaban las redes sociales, sobre todo en Twitter e Instagram, se llenaban de fotos de los ciclistas que mostraban su nueva piel para el año naciente. O escuadras que anunciaban un diseño totalmente diferente de su vestuario para fomentar tanto el impacto mediático como el ‘merchandising’. Incluso la moda invade a clubs de fútbol cuyos patrocinadores de ropa se aprestan, cuando aún no ha terminado la temporada, en empezar a distribuir la ropa del siguiente curso para que los aficionados puedan presumir de la nueva piel antes de que la luzcan los futbolistas.

Ahora, sin embargo, hay un equipo que ha roto todos estos esquemas. Se trata del conjunto noruego Uno-X, una de las escuadras más rupturistas del pelotón mundial y que aspira, con muchísimas posibilidades, a disputar este año el Tour por primera vez.

"Sin cambios para la temporada"

Presumen de tener la mejor cantera de ciclistas noveles de los países nórdicos. La dirección del equipo -curiosamente patrocinado por una cadena de gasolineras que opera en Noruega y Dinamarca- ha decidido mantener la misma ropa que usaron en 2022 para no aumentar de forma innecesaria la huella de carbono.

“Sin cambios respecto a la temporada pasada. Necesitamos reducir el consumo. Mantener el diseño nos permite reducir nuestro pedido general de ropa para 2023. Sin mencionar a nuestros aficionados, que continuarán reconociéndonos desde el primer día en esta próxima temporada”, informó el Uno-X en un mensaje publicado en las redes sociales, con la imagen de Alexandre Kristoff, la estrella noruega que se ha convertido en su jefe de filas pensando en el Tour que ya ha liderado.

La nota llegó cuando algunas de los bloques más potentes, entre ellos el Ineos o el Movistar, habían anunciado el cambio de diseño -el del equipo británico totalmente distinto en tonalidades al empleado en años precedentes-. El conjunto nórdico, en cambio, apuesta por una política sostenible a la espera de que los secunden los resultados deportivos.

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