MILAN-GIRONA (1-0)

El Milan despide al Girona de la Champions

Marcos López

Marcos López

Se despidió el Girona de la Champions en Milan. Se despidió, castigado por el zurdazo de Leao, después de protagonizar otra noche llena de ineficacia porque tuvo oportunidades para disfrutar de algún gol y mantener un hilillo de esperanza, que ahora ya no existe. No logró encontrar el camino adecuado para derribar a Maignan, el fiable guardameta rossonero.

Se va el equipo de Míchel sin ser reconocible, algo que duele al técnico porque perdió en su estreno en la aristocracia europea alguna de las principales señas de identidad que deslumbraron en la pasada temporada. Aquello no existió. Y eso que empezó con personalidad el Girona en San Siro, pero le duró poco. Demasiado poco porque, además, cuando mejoró en el juego no lo hizo en la puntería, la asignatura que no ha aprobado en estos seis meses.

A los 10 minutos de partido ya estaba viviendo de las manos de Gazzaniga, quien tuvo dos grandes paradas a disparos de Reijnders y Leao. A la media hora sobrevivía gracias a la madera porque el larguero repelió el disparo defectuoso de Theo Hernández y el poste derecho del Girona escupió el venenoso tiro desde fuera del ára de Musah.

Y en ese mismo período de partido, aún con el 0-0 en el marcador, Van de Beek desperdició la gran ocasión del Girona. Tal vez, la única. Se plantó solo en el área pequeña ‘rossonera’, pero topó su disparo con el cuerrpo de Maignan, capaz como fue el meta francés de sacar un brazo justo cuando la pelota, burlona ella, se había colado entre sus piernas. 

La pérdida de Abel Ruiz; el golazo de Leao

Entonces, llegó una pérdida en el centro del campo que precipitó el gol del Milan. Una pérdida de Abel Ruiz que pilló al Girona desordenado porque estaba saliendo para iniciar una jugada de ataque dejando Alejandro Francés, el lateral derecho, un enorme boquete para que se colara Leao.

Era el escenario ideal para el delantero portugués, que jugueteó con la pelota, desarmando con un par de quiebros a un desorientado David López -no sabía donde estaba- antes de soltar un zurdazo que batía, ahora sí, al Girona. 

Pero el equipo de Míchel, tras esos minutos en que se vio superado por el Milan, despertó en el tiempo añadido cuando Yangel Herrera desperdició otra gran oportunidad. El tiro del venezolano impactó en los tacos de la bota izquierda de Maignan, el portero que sostuvo con grandeza a los italianos cuando más lo necesitaban. 

Llegado al descanso, Míchel se preguntaba por la falta de eficacia de sus jugadores, algo que ha dejado de ser noticia esta temporada. Había resistido al empuje rossonero hasta que Leao castigó el error de Abel Ruiz. Idénticos errores, e igual de graves, fueron esas dos ocasiones clarísimas (Van de Beek y Yangel Herrera) que tiró el Girona a la basura.

Gol anulado a Bryan Gil

El inicio de la segunda mitad en San Siro estuvo marcado por la presencia ofensiva, pero sin puntería del Girona, retratado en el disparo de Tsygankov que se marchó fuera.

Era el prólogo de un golazo de Bryan Gil para anunciar al Milan que el equipo de Míchel no iba a claudicar tan fácilmente. Pero la alegría duró muy poco porque el VAR detectó que el extremo andaluz estaba en fuera de juego y, al mismo tiempo, veía una tarjeta amarilla por protestar, que le impedirá jugar la última jornada en Montilivi contra el Arsenal.

Pese a todo, el técnico apostó por jugar con todo el arsenal ofensivo que le quedaba en el banquillo. Hizo un cuádruple cambio con la entrada de Iván Martín, Stuani, Yáser Asprilla y Danjuma. Incluso apostó Míchel en la quinta y última sustitución por Portu. Ni así logró el gol.

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