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A Norelia le va la marcha: así es el haitiano del Oviedo Baloncesto

“Necesito jugar a un ritmo rápido para aportar mi energía”, dice el jugador del Liberbank, una sensación en la Liga por su intensidad

A Norelia le va la marcha Mario RODRIGO

Por ver jugar en directo a Marc Eddy Norelia ya merece la pena pagar un abono. Con el regreso autorizado del público a las instalaciones deportivas, los aficionados del Liberbank Oviedo Baloncesto podrán disfrutar de la contagiosa energía del jugador haitiano, capaz en una sola acción de levantar el ánimo de sus compañeros y a los espectadores de sus asientos. Su exhibición de intensidad es uno de los rasgos más destacados del conjunto asturiano en lo que va de temporada.

Norelia siempre ha sido así, un derroche de facultades, desde que empezara a jugar al baloncesto en Orlando, donde se crió tras mudarse con su familia desde Haití. Cuando terminó el instituto, recibió una beca de la universidad de Tulane, en Nueva Orleans, pero apenas le dieron cancha. Pisó el parqué en nueve partidos, con una ridícula media de menos de dos minutos por encuentro.

Así que optó por regresar a su estado para enrolarse en Florida Gulf Coast (FGCU). Y en Fort Myers, conocida por entonces como “Dunk City” (ciudad del mate) por el espectáculo que ofrecía el equipo, encontró Norelia su hábitat. Especialmente brillante fue su año junior, que cerró con unas medias de 17 puntos y 9 rebotes y con FGCU clasificada para el torneo final universitario. Los vídeos con sus mates finalizando contraataques circularon por todo Estados Unidos.

Las expectativas eran altas de cara a su último año en “college”, pero de repente todo empezó a ir mal. Primero se lesionó en la muñeca izquierda, su mano buena, y la inactividad mató su alegría. Cuando volvió a entrar en el equipo lo hizo desde el banquillo, con un rendimiento mucho menor y sin la chispa que le caracterizaba.

Unas semanas después, deprimido, se apartó de nuevo, aunque retornó para el final de temporada, con nueva participación en el “March Madness”, la locura de marzo que supone el torneo final. Sus números se redujeron a cerca de nueve puntos y algo menos de cinco rebotes por encuentro.

El Norelia exuberante volvió en el comienzo de su etapa profesional, primero en el Caen de la segunda división francesa, en el que jugó año y medio, y después otro tanto en el Oliveirense, con el que ganó la Liga portuguesa y alcanzó unas estadísticas de 16,5 puntos y 6,5 rebotes.

Tras una larga negociación, en el verano de 2020 se unió al Liberbank Oviedo Baloncesto. “Mi agente me dijo que era un equipo interesante y una gran oportunidad, y la verdad es que hasta ahora todo va bien”, apunta el jugador. El único pero, el covid, que le obliga a recluirse en el piso: “Solo salgo para coger comida o para entrenar”.

La situación sanitaria ha impedido el inevitable flechazo entre Norelia y la grada. El ala-pivot reconoce que “de momento con los fans solo he tenido la experiencia del primer día (el partido contra el Breogán, el único que se ha podido disputar con público hasta la fecha en Oviedo), eran doscientos o así, pero el entrenador nos dice que normalmente está lleno y que la gente anima mucho. El equipo lo echa de menos, porque sabemos que nos apoyan a distancia, pero no es lo mismo que cuando los puedes ver”.

Norelia es consciente de cuál es su fuerte, así que pide marcha, partidos de ritmo alto e idas y venidas constantes. “Es cuando se producen las jugadas más energéticas, tapones, robos, faltas forzadas en ataque... cuando el juego es parado también puedo aportar, pero no puedo ofrecer esa energía al equipo. Ese es mi juego”, analiza el jugador.

Un componente físico que el equipo echó mucho de menos el año pasado, tras la marcha de Van Zegeren y su sustitución por Devin Wright, jugador de menor envergadura y músculo. Esta temporada, con el incombustible Arteaga todavía ofreciendo sus detalles de calidad técnica, el apartado físico parece mejor cubierto, sobre todo cuando coinciden en pista Norelia y el congoleño Herve Kabasele.

Tras un comienzo inesperadamente bueno, el Liberbank suma ahora cuatro derrotas en los últimos cinco partidos, algunas a última hora como ante el Palencia en Pumarín y la inverosímil debacle en Coruña, donde el equipo ganada de siete a 53 segundos del final y acabó cayendo sin necesidad siquiera de prórroga.

Norelia confirma que “fue una derrota dura, como también lo fue la del Palencia, dos partidos con claras opciones de ganar que no supimos cerrar. Echando la vista atrás sabemos los errores que cometimos en el último minuto, pero también sabemos lo que hicimos bien para llegar a ese momento del partido en condiciones de ganar. Los últimos treinta segundos fueron horrorosos, es cierto, pero en los 39 minutos anteriores estuvimos bien. Tenemos que aprender a jugar bien los 40. Es más fácil corregir errores de un minuto que 39 minutos”.

En cualquier caso, el interior descarta que el problema sea la excesiva juventud de la plantilla, con varios jugadores viviendo su primera experiencia profesional. “Esto es un esfuerzo colectivo. Hubo partidos que jugamos muy bien y ellos fueron la clave de la victoria, y nadie dijo: ‘Hay rookies en el equipo, fue por eso’. Aquí somos nuevos todos, no se trata de rookies o veteranos, sino de nueve jugadores nuevos que no estábamos aquí la temporada pasada”, explica Norelia.

Aunque la competición en la LEB Oro se retoma hoy, el Liberbank Oviedo Baloncesto descansa esta jornada y retoma la competición el próximo viernes 8 en Melilla. Norelia piensa que “pese a los errores seguimos todavía en una buena posición para conseguir nuestros objetivos, y hay margen de mejora. Ahora mismo estamos concentrados en entrar entre los cinco primeros, no importa si somos primeros o quintos”.

Los primeros cinco clasificados de esta fase inicial salvan cualquier peligro de descenso y lucharán por el ascenso. Ahora mismo, el OCB es quinto del grupo A, con cuatro triunfos y cinco derrotas, aunque podría ser igualado por el Tizona si vence al Cáceres en un partido que tenía que disputarse hoy y que ha sido pospuesto por positivos en el lado cacereño. Todos los partidos son vitales para la entidad asturiana, ya que no se sabe qué rivales le van a acompañar en la segunda fase, y se arrastran los resultados.

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