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El veterano jugador de L'Entregu Pascual tiene cuerda para rato

“Queremos ver hasta dónde podemos llegar”, dice el medio, que dio la victoria a su equipo con dos grandes goles ante el Siero

Pascual se va de Nacho Méndez en un Tuilla-L’Entregu.

Pascual Puente (Arriondas, 1985) se pierde cuando hace memoria de todos los equipos por los que ha pasado en una carrera a la que aún le quedan algunas etapas por completar. Y es que el medio se encuentra tan cómodo en su actual club, L’Entregu, y se entiende tan bien con su entrenador, Marcos Suárez, que ha firmado por el equipo del Nuevo Nalón hasta 2023. “Ellos están contentos y yo también estoy muy contento, es un club de paisanos y en el fútbol hoy en día no es fácil encontrar un club con gente tan honrada y trabajadora, ni el fútbol ni en la vida en general”, sostiene el futbolista.

Aunque asegura que no fue su mejor partido con L’Entregu, el domingo consiguió dos goles en dos disparos desde la frontal del área que sirvieron a su equipo para remontar ante el Siero (1-2): “Me salieron dos buenos tiros, pero no fue mi mejor partido, hay cosas que mejorar”, dice. Y la razón por la que se exige tanto es porque el objetivo que se han marcado este año es ambicioso: “Nos propusimos ver hasta dónde podíamos llegar y está claro que, estando donde estamos ahora, el objetivo es no bajar de esos tres primeros puestos que clasifican para jugar la liguilla de ascenso”. Eso sí, en el subgrupo B en el que están encuadrados, considera que hay “mucha igualdad” y que su equipo puede “perder y ganar contra cualquier rival”. Si logran meterse entre los que van a pelear por subir a Segunda B, Pascual sabe que, ya sin exigencia, todo puede suceder: “Una vez ahí, ¿quién sabe?”, confiesa.

Le gusta a Pascual ver a equipos como el San Martín dominando el subgrupo B o al Ceares liderar el A. “Es bueno que haya variedad y que cualquier equipo pueda ganar en cualquier partido, eso le da emoción a la competición”. Ellos, por su parte, están situados en segunda posición y han conseguido una renta de cuatro puntos con el Tuilla, que es cuarto, pero saben que cualquier despiste se paga caro: “Es una liga corta y eso hace que cada partido sea casi una final, ahora que ha terminado la primera vuelta más”.

Echando la vista atrás, Pascual, que reside en su Arriondas natal, rememora sus inicios con tan solo 4 años en la Escuela Ribadesella, sus primeros pasos con la Escuela de Mareo, su llegada al Llanes en cadetes y, sobre todo, su fichaje por el Oviedo cuando era juvenil. De todas las camisetas que tiene en casa, expuestas en un cuarto de su casa desde este confinamiento, conserva enmarcada el número 13 de su primera temporada en el primer equipo del Oviedo. La más especial de todas. Vinieron después muchas otras aventuras en el Marino, Avilés, Urraca, Llanes o Colunga. Y lo que le queda por bailar.

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