“Tengo la espina de no haber acabado una carrera y la ventaja de no haber pegado golpe nunca, hice lo que me dio la gana”. La frase es de Melanio Asensio Montes atleta olímpico nacido en Suares (Bimenes) en 1936 y que falleció el jueves en su domicilio de Oviedo a los 84 años de edad. Montes, un tipo con una personalidad que lo hacía único, fue el español más rápido a finales de los años cincuenta y a principios de los sesenta del pasado siglo.

Tras dejar de correr a los 28 años – “nunca fumé ni bebí hasta entonces”, señalaba en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA de marzo de 2013– pasó por varios trabajos.

Pero antes, como deportista, destacó por ser plusmarquista nacional en 100 y en 200 metros lisos en tiempos en los que el atletismo era desconocido y poco valorado en España.

Además, fue treinta y cinco veces internacional y corrió para la sección de atletismo del Real Madrid, convirtiéndose en uno de los primeros atletas con sueldo. Acudió a los Juegos de Roma (1960) y se perdió los Juegos de Tokio (1964) por una lesión en el cuádriceps.

Vivió del deporte durante quince años y luego lo dejó para probar suerte en varios empleos. De vida noctámbula y carácter extravertido, fue pintor, sobre todo retratista, y disfrutó de los caballos.

El funeral por Melanio Asensio tendrá lugar hoy a las 17 horas en la iglesia de San Pablo de la Argañosa.