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Zapico supera el revés

El jugador, tras una mala época, sigue enamorado de su deporte y dispuesto a luchar por la evolución del Bádminton Oviedo

Alberto Zapico, durante un partido. | Benjamín Pérez

Alberto Zapico (Oviedo, 30 de enero de 1993) confiesa que la temporada después de participar en los Juegos Europeos, la 18-19, estuvo un poco de bajón. Acostumbrado a las concentraciones y competiciones de élite y a un máximo de motivación, de repente se encontró sin el mismo apoyo, sintiéndose solo en el entrenamiento y con una diferencia de edad considerable respecto a sus compañeros más jóvenes.

Sin embargo, aprendió a ver la vida de otra manera y a disfrutar de su gran pasión, el bádminton, y ahora mismo disfruta de un momento dulce. Mientras lucha por consolidar el crecimiento de su club, trata de acabar la carrera de Magisterio.

Alberto Zapico, durante un partido. | Benjamín Pérez

Zapico conocía el bádminton por un familiar, pero nunca le había llamado la atención hasta que se apuntaron sus compañeros de clase. Con ocho años probó y se fue enganchando poco a poco, pasando por todas las etapas de Club Bádminton Oviedo hasta alcanzar el primer equipo. Así que ha sido testigo de la gran evolución de la entidad, desde sus inicios como núcleo casi familiar a una estructura mucho más profesionalizada.

“Éramos un grupo más pequeño de aquella, el entrenador era multiusos y se ocupaba de viajes, patrocinadores, etc. Eso ha ido cambiando con el tiempo, ahora cada vez hay más gente socia y se necesitan más trabajadores para organizarlo. Los pioneros a nivel nacional prácticamente no competían, y años más tarde tenemos algún título, competimos en la zona alta y tenemos un equipo B”, explica Zapico. El club es uno de los que más licencias tiene en España.

La cantera es, efectivamente, el gran valor del Oviedo, y existía temor en el club a que la prohibición del deporte para los más pequeños fuera un torpedo a la línea de flotación.

Sin embargo, Alberto, que además de militar en el primer equipo se encarga de entrenar chavales desde los 15 a los 19 años, cree que “estamos saliendo de la situación con más cosas positivas que negativas. No ha habido un año que no haya visto crecer al club en una línea u otra, y ahora es posible que haya una etapa en la que no vayamos a hacerlo. Pero los chavales lo están haciendo muy bien y entienden la situación. Y nosotros haciendo malabares para que todos puedan entrenar”.

Pese a que admite que cada año es más difícil seguir jugando por las responsabilidades ajenas al ámbito deportivo, Zapico sigue enamorado de su deporte y disfrutando de lo que hace, aunque le suponga retrasar su vida académica. Para este año se conforma con seguir en este idilio y mantener la confianza del seleccionador español. “He sabido cambiar el enfoque de todo de unos años para acá, me lo tomaba muy a pecho todo y ahora no persigo de manera tan obsesiva los resultados”.

Alberto, que ha conseguido sus mayores éxitos como pareja de Lorena Uslé en los enfrentamientos de dobles mixto, reclama mayor ayuda para esta modalidad: “Se debería notar más el apoyo porque España es muy competitiva en individuales, pero en dobles bajamos el nivel. Tienes alguien único como Carolina Marín que ha dado más visibilidad y publicidad, pero no ha revertido sobre la competición nacional. No puede ser que la gente esté pidiendo permiso en sus trabajos y se vuelva a casa con el único gasto cubierto de la inscripción en la competición”.

Ante el Pitiús con el liderato en juego

El polideportivo Insular Blancadona acoge esta tarde, a partir de las 17.30 horas, el enfrentamiento entre los dos clubes invictos de la Liga Top 8, el Club Bádminton Oviedo y el Cb Pitiús. En juego está el liderato. Tras suspenderse el fin de semana pasado por segunda vez el encuentro ante el Arjonilla, en este caso por el temporal, el equipo asturiano afronta el choque de hoy como una gran oportunidad. El técnico César González asegura que “va a ser un duelo muy duro y vamos con muchas ganas, intentaremos hacerlo lo mejor posible y conseguir lo que nadie ha conseguido hasta ahora, ganarles. La moral la tenemos por los cielos”. Por su parte, la jugadora Khrysty Dzhanhobecova ve en el Pitiús “un rival directo en la competición, así que este partido nos mostrará el camino a seguir en un futuro”. La ucraniana señala que el equipo “tiene ganas de competir tras el parón navideño y necesitamos salir enchufados”.

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