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Las joyas del deporte ovetense

La cantera del kárate asturiano apunta alto: las promesas se llaman Eva y Hugo

Eva Otero y Hugo Barba, dos “diamantes” del Arenas, ya coleccionan metales

Eva Otero y Hugo Barba, durante un entrenamiento. | Luisma Murias

El equipo del Arenas Sport Center se encuentra de dulce, y Eva Otero y Hugo Barba son dos de sus bombones. Eva, a punto de cumplir 15 años, empieza a labrarse un nombre en el kárate español. Para Hugo, de tan solo 9, el camino apenas ha hecho más que comenzar. Ella campeona de España y él vencedor de la Liga en sus respectivas categorías, disfrutan enormemente de sus entrenamientos en el gimnasio ovetense, donde han formado una segunda familia.

En realidad, la familia es lo que arrastró a Eva y a Hugo al kárate, ya que los dos tienen hermanos mayores que se iniciaron en la disciplina. Eva siguió los pasos de Daniela, un año y pico mayor que ella, y Hugo confiesa que se apuntó porque estaba Álex, otro de los deportistas destacados del Arenas a sus 13 años.

Ángel Arenas, responsable del equipo y seleccionador masculino español, se deshace en elogios para sus jóvenes deportistas. “Eva es un diamante, una cría súper inteligente peleando. Es muy táctica, en eso se puede decir que es muy de nuestra escuela. Tiene una conexión muy buena con mi hijo Pablo, que es el que la lleva y le encanta su forma de competir. Es, además, muy discreta y muy educada”. Arenas precisa que “su hermana Daniela también lo hace muy bien, fue campeona de la Liga. Se trata de dos temperamentos muy diferentes”.

Sobre Hugo, Arenas asegura que “es muy jovencito todavía, pero tiene muchas cualidades. Es un atleta y un tío muy arrogante, en el buen sentido de que en los combates se atreve, porque si no te atreves no haces, hay que creérselo. Además, técnicamente es muy bueno”. Hugo es mejor en combate, aunque también compite en katas, y el seleccionador asegura que “es muy diferente a su hermano. Hugo es más suelto, mientras que Álex es muy metódico, muy cerebral”.

Eva, que vive a diez minutos del gimnasio, asegura que del kárate le gusta todo, pero sobre todo “que conoces a gente muy especial y creas un vínculo muy bonito”. Por eso no le sentó bien el confinamiento, por la desconexión con sus compañeros, a pesar de que los Arenas enseguida pusieron deberes a sus muchachos. La clave de la recuperación fue empezar a realizar entrenamientos vía Zoom, porque los lazos volvieron a reforzarse. “Los chicos quedaban después del entrenamiento para verse, aunque fuera por la pantalla”. “Los echaba mucho de menos”, confiesa Eva.

El año no ha empezado mal para la joven karateka ovetense, que el año pasado fue campeona de España en su categoría, menos de 54 kilos. El fin de semana pasado compitió en la Liga nacional en Alicante y obtuvo el primer puesto. Su sueño sería poder participar en unos Juegos Olímpicos, algo bastante lejano ahora mismo no solo por edad, sino por las dudas de que el kárate pueda mantenerse en el programa olímpico a largo plazo.

Hugo tiene que desplazarse desde más lejos para entrenar a diario, ya que vive en Posada de Llanera. Pese a su corta edad, ya se ha acostumbrado a coleccionar medallas en campeonatos de Asturias y de España y en Ligas nacionales. Y piensa a lo grande: “Me gustaría ir a los Juegos Olímpicos y al Mundial”.

La veteranía es un grado, y Ángel Arenas saca a relucir uno de sus lemas: “las promesas llevan su tiempo”. Entre tanto, disfruta cociendo a fuego lento a sus jóvenes valores, ejemplo de la renovación exitosa que llevó a cabo en el equipo hace unos años.

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