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El Liberbank Oviedo Baloncesto conquista África durante las Ventanas de la FIBA

Lezkano, tras meter a Costa de Marfil en el Afrobasket, donde también estará el congolés Kabasele: “Una gran experiencia”

En el círculo, Lezkano dirigiendo a Costa de Marfil. A la izquierda, Kabasele ante la República Centroafricana. | FIBA

El entrenador del Liberbank, Natxo Lezkano, prepara las maletas y las deja a la puerta de su habitación en un hotel de Yaundé, la capital de Camerún. Por delante, 27 horas de viaje para regresar a su piso en Oviedo con tres vuelos (Yaundé-París, París-Madrid y Madrid-Asturias). Es el precio que tiene que pagar por haberse reenganchado a la aventura de dirigir a la selección de baloncesto de Costa de Marfil, que en la última ventana de la FIBA logró su clasificación para la fase final del Afrobasket. La cita, entre el 24 de agosto y el 5 de septiembre de este año en Ruanda.

En ella también estará presente otro OCB, Hervé Kabasele, miembro de la selección de la República Democrática del Congo, que disputó la ventana en Túnez. Ejemplos del tute al que obliga el cambio de sistema de clasificación aprobado hace un par de años por la federación internacional, que apenas ha aportado algo más que un montón de viajes y una infinidad de partidos intrascendentes sin jugadores de la NBA ni de la Euroliga.

El OCB conquista África

Natxo Lezkano (Portugalete, 1972) agradece la experiencia, que no está exenta de dificultades. “Se puede llevar una mochila de recuerdos, la verdad es que es una experiencia muy buena tanto deportiva como personalmente, aunque las condiciones de trabajo y la organización no sean las mejores. En este caso, por ejemplo, organizativamente ha estado bien, pero apenas hemos tenido tiempo para entrenar, los viajes son larguísimos y el hotel no es propio para nada”, dice el técnico desde la capital camerunesa. Con la idea de hacer una burbuja, las ocho selecciones participantes en Yaundé fueron alojadas en el mismo establecimiento, que no reunía las condiciones para asumir tanto volumen.

La vinculación del entrenador vizcaíno con la federación de baloncesto de Costa de Marfil ya viene de lejos. Le reclutaron en 2011 y dirigió a la selección absoluta masculina en los Afrobasket de 2011, en Magadascar, y de 2013, como anfitriona, con sendos cuartos puestos. Tras separar sus caminos y registrar peores resultados, los costamarfileños volvieron a contactar con Lezkano el año pasado. De momento, la cosa marcha: ha ganado los seis partidos de la fase clasificatoria.

Nivel variable

Decenas de jugadores del continente africano pueblan las plantillas de los equipos europeos y de la NBA, algunos con un papel preponderante. Sin embargo, ese alto rendimiento no se ha visto traducido aún en las selecciones. Las de mayor potencial deportivo y económico se echan en mano de técnicos foráneos para progresar. Llama la atención el caso de Kenia, que ha obtenido su primer pasaporte en 28 años para una fase final a los mandos de una entrenadora australiana, Liz Mills.

El técnico del Liberbank Oviedo Baloncesto explica que “cuando se celebra la fase final del Afrobasket y vienen jugadores de NBA o de Euroliga el nivel sube mucho. Nigeria, Senegal, Angola... hay equipos muy buenos, nosotros estamos en el grupo de arriba, pero es verdad que hay un salto grande entre seis u ocho selecciones y el resto. De todas formas, todavía está por desarrollar, hay mucha distancia con los mejores. En nuestro equipo, salvo uno, todos juegan fuera, en Francia sobre todo”.

En la plantilla de Costa de Marfil destacan los nombres de Deon Thompson, jugador del Unicaja, y Seydou Aboubacar, del Breogán, aunque este último no disputó la ventana en Camerún. Sí jugó con Mozambique Kendal Manuel, fichaje del Oviedo en pretemporada que poco después pidió la rescisión por motivos personales.

Kabasele, fuera de sitio

Mientras tanto, en la capital de Túnez, la República Democrática del Congo también conseguía clasificarse para la fase final del Afrobasket con Hervé Kabasele en sus filas. Sin embargo, el papel del imponente pívot del Oviedo Baloncesto no ha sido el que cabía suponer. Para hacer sitio a Jordan Sakho, cinco del San Pablo Burgos, Kabasele fue desplazado al cuatro, más alejado de la canasta, un puesto que no parece el más apropiado para sus características. Sus medias han sido de 17 minutos en pista, con 5 puntos y 5 rebotes por partido. Con la camiseta del Oviedo ha destacado, sobre todo, por imponer su físico en el entorno del aro.

Ahora espera el retorno de la LEB Oro, que depara este viernes (19 horas) un partido totalmente intrascendente entre el Tizona de Burgos y el OCB. Ambos equipos ya saben que no van a coincidir en el mismo grupo en la segunda fase (el Liberbank jugará por subir y los castellanos por eludir el descenso), con lo que los resultados entre ellos dejan de contar.

“Espero que el parón nos siente bien, porque teníamos jugadores tocados, Speight, Saúl... y algún otro que arrastraba molestias. Luego, Kabasele tiene un viaje de vuelta muy complicado, a ver cuándo llega”, apunta Lezkano.

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