La entrega de los premios de LA NUEVA ESPAÑA a los mejores técnicos, jugadores y árbitros de la pasada temporada, que alcanzan ya su 33.º edición, fue una ventana al optimismo. La esperanza de una mejoría clara de la pandemia, que permita recuperar buena parte de la normalidad que arrebató la crisis del covid-19, marcó la entrega de los trofeos y fue un estímulo para los más destacados del fútbol asturiano de la pasada temporada.
La entrega de los Trofeos de LA NUEVA ESPAÑA se hizo de manera diferente a lo que venía siendo habitual. El acto, previsto para el pasado 28 de septiembre de 2020, se canceló debido a que la situación sanitaria de Asturias así lo requería en esa fecha y se pospuso hasta poder realizarlo de una manera segura y responsable. Al no poder celebrar la entrega de galardones de manera presencial en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, se optó por dar los premios de manera individual o en grupos reducidos, lo que se pudo realizar gracias a la colaboración de todos los protagonistas –muchos de ellos acudieron personalmente a las sedes del periódico–, pero también al apoyo recibido por parte de los clubes y de la Federación Asturiana de Fútbol.
Fueron unos actos sin el calor del público, que había sido protagonista en anteriores ediciones, pero el espíritu de la gala futbolística sigue intacto, contando de nuevo con el patrocinio de Caja Rural de Asturias, Cyasa Nissan y el Ayuntamiento de Siero. Los premios suponen un soplo de optimismo para dejar atrás meses duros, de incertidumbre y angustia.
Poco a poco se va recobrando la normalidad, con medidas de prevención que son necesarias para garantizar el desarrollo de unas competiciones que, de una u otra forma, se vieron alteradas la pasada temporada. Primera y Segunda División pudieron finalizar sus campeonatos. No sucedió así en Segunda B, la Liga femenina y Tercera División, que no pudieron cerrar la competición, aunque al menos se establecieron los mecanismos de ascenso y descenso, con la disputa de los play-off de ascenso, para que el impacto fuera el mínimo posible.
La actual temporada está transcurriendo con más normalidad en lo que se refiere a las competiciones nacionales. Se producen positivos en las plantillas y aplazamientos de partidos, pero se está siguiendo un férreo sistema de control sanitario. La llegada de las vacunas permite tener la esperanza de poder recuperar una gran parte de la normalidad que desapareció hace ya casi un año. Ese momento llegará y hasta entonces el fútbol asturiano seguirá en marcha y adaptándose a las circunstancias.