El Barça cumplió con el guion habitual del balonmano español y se alzó con su vigésimo quinto título de campeón de Copa, el octavo de manera consecutiva, tras imponerse ayer por 27-35 al Abanca Ademar de León en una final que supuso la despedida del asturiano Raúl Entrerríos del torneo copero. Una final en la que más allá del protagonismo indiscutible del capitán azulgrana, que fue designado mejor jugador del partido, el conjunto leonés nunca fue capaz de plantar cara al gigante azulgrana, lastrado por sus numerosas pérdidas de balón.