El Liberbank Oviedo Baloncesto vuelve hoy (12 horas) a Pumarín tras iniciar la segunda fase de la LEB Oro con dos partidos a domicilio. Lo hace para enfrentarse al Palmer Palma, equipo con dos primeros entrenadores, Pau Tomás y Alejandro Pérez, y que es uno de los proyectos más singulares de la categoría, enfocado a la mejoría de algunas perlas del baloncesto europeo, como el estonio Kristian Kullamae o el sueco Lundqvist, con el que apenas han podido contar por lesión, pero que además está siendo capaz de competir a un grandísimo nivel en la LEB Oro, siendo una de las revelaciones esta temporada en la competición.
El OCB, por su parte, tratará de alargar su gran momento: el equipo asturiano lleva ocho victorias en los últimos nueve partidos, los que ha jugado en 2021. La última en Almansa (83-84) en una exhibición del canterano Alonso Meana, que sumó veinte puntos sin fallo. Una buena racha que le tiene entre los equipos que, de acabar hoy la competición, jugarían el play-off de ascenso a la ACB. Los azules llevan cinco victorias (en la segunda fase solo se suman de la primera las que se consiguieron ante equipos también clasificados) y, a falta de jugar su partido para concluir la jornada, son sextos. Palma, por su parte, lleva cuatro victorias y aspira a alcanzar al OCB.
Lo más negativo para el Liberbank Oviedo son las lesiones de algunos de sus jugadores, algo que apenas le había sucedido esta temporada. Una de las dudas es Marc Martí, que fue baja en la victoria ante el Almansa y que tiene muy difícil estar presente hoy ante el Palma. Otro que tiene complicado llegar es Saúl Blanco, que regresó precisamente ante el Almansa tras haberse perdido varios partidos y que vuelve a estar renqueante.
Uno de los grandes peligros del Palma está en la capacidad anotadora de algunos de sus jugadores más determinantes. De hecho, cuenta con los dos máximos anotadores del grupo B en la primera fase: el alero estadounidense Ronnie Harrell, con un promedio de17,06 puntos, y Kristian Kullamae, con 16,5 puntos de media.
Natxo Lezkano, entrenador del Oviedo Baloncesto, considera al Palma “el equipo más difícil de todo este grupo”. En su opinión se trata del equipo “más diferente”. “El resto son muy difíciles porque tienen muy buenas plantillas, pero Palma es un equipo incómodo, acumula muchos minutos con pocos jugadores, con mucha confianza y a un gran nivel de desgaste”.
