La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La increíble historia de un enamorado del baloncesto que se niega a dejar las canchas: Hasta que el cuerpo aguante

“Disfruto tanto ahora como ante el Madrid o el Barcelona”, dice Diego Sánchez, el mayor de 45 de años que más minutos juega en España

Diego Sánchez juega con su hijo Enol en la sensa fluvial del Piles en Viesques Luisma Murias

“La edad es algo que me recuerdan bastante compañeros y entrenadores”, ironiza Diego Sánchez, jugador del Gijón Basket de Liga EBA que con 45 años sigue siendo uno de los más destacados del equipo y también uno de los más veteranos de todas las competiciones nacionales en España: ACB, LEB Oro, LEB Plata y EBA masculinas y Liga Femenina y Liga Femenina 2. En total 251 equipos y más de 2.500 jugadores y jugadoras.

Según los datos que maneja la Federación Española de Baloncesto, el jugador más veterano en activo es César Hernández, del Lanzarote de Liga EBA, con 49 años aunque su participación es meramente testimonial, ya que solo lleva jugados 3 minutos en toda la temporada. Tras él está María Cerqueira, del Raca Granada de Liga Femenina 2, con 46 años y 57 minutos en 8 partidos, y luego están cinco jugadores con 45 años, todos ellos jugando en la Liga EBA: Diego Sánchez, Vicente Sanchís (Aldaia), Carlos Menéndez (Alcora), Ricardo Mercado (Sagrado Corazón) y Jaime Fernández (Filipenses). Curiosamente entre estos cinco jugadores, dos son de Gijón, Diego y Carlos Menéndez. De los cinco, Diego es el que tiene una mayor presencia ya que lleva una media de 23 minutos por partido, seguido de Carlos Menéndez con 19 y Vicente Sanchís con 17. La participación de Mercado y Fernández es mucho menor.

“Disfruto tanto ahora como ante el Madrid o el Barcelona”

Diego Sánchez - El mayor de 45 de años que más minutos juega en España

decoration

Diego toma bien las alusiones a su edad y asegura que lo que refleja es que es “un loco del baloncesto, es un deporte que me encanta y sigo jugando a estas alturas porque sigo disfrutando con cada entrenamiento y cada partido. Es mi pasión y afortunadamente por ahora lo puedo compaginar con mi trabajo y mientras siga disfrutando cada día, siga teniendo las mismas ganas de competir y el cuerpo aguante...”.

Y eso que “hay que coordinar muchas cosas, el trabajo, la familia, los viajes... hay veces que se hace duro, pero la recompensa es mucho mayor”, asegura este gijonés que se inició en el colegio Jovellanos y acumula una trayectoria senior de 25 temporadas en las que ha tenido suerte y le han respetado las lesiones.

“Disfrutar con los compañeros, en los entrenamientos, en los partidos, es lo que me hace seguir”, comenta Diego, que en su afán por disfrutar del baloncesto reconoce que “no me gustaría tener una presencia testimonial porque disfruto compitiendo y sintiéndome útil al equipo y el día que no pueda ser en EBA será en Nacional o en el Maxibasket, con eso no tengo problema. Disfruto igual en el partido de la última jornada que cuando jugaba contra el Madrid o el Barcelona en la ACB. No pienso en la categoría, si lo que puedo hacer es una pachanga con los amigos es igual porque seguirá siendo baloncesto”.

En Diego Sánchez la edad no es lo único singular, ya que además de jugador en activo es el director deportivo del club. El propio Diego reconoce que no sabe de ningún otro caso. “En el club somos una familia y se trata de sumar, de ayudar, y entendieron que podía echar una mano en esa parcela. Por experiencia y muchos años en el mundillo vi que efectivamente podía ayudar y acepté cuando me lo propusieron”. Esa dualidad de jugador y “jefe” no supone ningún problema ni para él ni para el resto de jugadores. “En la pista en ningún momento me comporto como el director deportivo. Al contrario, no me gustaría que tuviesen un trato diferente conmigo porque sea el director deportivo”.

El Gijón Basket estuvo luchando toda la temporada por meterse en la fase de ascenso, de la que se ha descolgado al final. Para Diego, “las lesiones de José Antonio y Michu nos hicieron mucho daño. Aun así, parecía que la liga nos quería dar otra oportunidad, pero está claro que el último partido no dimos el nivel. Cuando pierdes como el otro día no hay nada que decir, solo levantar la cabeza”.

El otro gijonés en la lista de jugadores longevos, Carlos Menéndez, coincidió con Diego en el Grupo Covadonga y ambos como vinculados del desaparecido Gijón Baloncesto. “Era la época de Luis Casimiro, entrenábamos con ellos y jugábamos con el equipo de EBA”, recuerda Carlos. Para él no fue una buena temporada porque tuvo una fractura en el tobillo. “No me quise operar y estuve 4 meses parado, prácticamente perdí el año. Tuve mala suerte porque Diego la siguiente temporada quedó en el equipo de LEB”. Sin embargo, se repuso: “al año siguiente hice una buena temporada en EBA. Me vine a Castellón y me gustó mucho, sobre todo por el tiempo. Tuve la suerte de encontrar trabajo y poder seguir jugando en el Alcora. Luego conocí a mi mujer, tengo dos niñas, así que estoy aquí asentado”.

Al igual que Diego, el objetivo de Carlos “es ayudar al equipo en lo que pueda”. Pero, además, tiene un aliciente añadido: “mi hija mayor, Sara, que tiene 13 años, está en el Valencia Basket. En teoría, si se celebra, irá al Campeonato de España. Trato de ayudarla, de entrenar con ella, me mantengo en forma y por el reto de que te vea jugar también”.

Carlos es una institución en el Alcora: “me tienen bien considerado y por eso trato de ayudarles, aunque no juego todos los partidos y solo entreno un par de veces al mes. Me he perdido bastantes partidos porque trabajo a turnos y eso lo complica todo aún más”. El gijonés sí entrena solo todo lo que puede: “tengo las llaves del pabellón, voy y hago mis series. Por experiencia todavía puedo ayudar; cuando vea que no sumo, que no ayudo, lo dejo”. Carlos también es un enamorado del baloncesto y reconoce que “me gusta tener minutos, pero tengo que entender que si apenas entreno con el equipo y hay gente que están todo el día entrenando no voy a pedir más minutos que ellos. Además, hay que dejar paso a la gente joven”.

Compartir el artículo

stats