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Piragüismo: La nueva K-4 llega a Trasona para preparar el asalto al podio olímpico

“Estamos con una ilusión indescriptible”, dice Miguel García, el técnico asturiano del barco de Craviotto, Cooper, Arévalo y Germade

Saúl Craviotto y Miguel García, con Rodrigo Germade y Carlos Arévalo detrás, preparan el K-4 recién llegado a Trasona. | Ricardo Solís Ricardo Solís

“Una ilusión indescriptible”. Así definió Miguel García, el entrenador asturiano del K-4 que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio, el estado de ánimo del equipo que dirige, formado por Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade. Además de ilusión, los palistas elegidos cuentan desde ayer en Trasona con la nueva embarcación, construida en Portugal para sustituir a la que quedó destrozada en un accidente en la autopista del Huerna el pasado 20 de febrero. La próxima semana, en la prueba de la Copa del Mundo que se celebrará en Szeged (Hungría), tendrán la oportunidad de probarla por primera vez en competición.

Craviotto, Cooper Walz, Arévalo y Germade, a punto de iniciar el entrenamiento de ayer Ricardo Solís

“Desconocemos los rivales que nos encontraremos allí”, señaló García, “pero creemos que será una Copa del Mundo muy concurrida en la que estarán todos los favoritos para luchar por el podio en Tokio. Esperamos ver a Alemania, Eslovaquia, Rusia y Hungría, que parece que ha reforzado el K-4; incluso algunas potencias presentarán dos embarcaciones”.

Como subcampeona del mundo, solo superada por Alemania en 2019, España parte como una de las favoritas en la prueba estrella del piragüismo en Tokio. Una buena oportunidad para repetir o mejorar la gesta del mítico K-4 del asturiano Herminio Menéndez, junto a Díaz Flor, Celorrio y Misioné, que logró la plata en Montreal-76. Tras la tormenta provocada por el proceso de selección, que dejó fuera al zamorano Carlos Garrote y al gallego Cristian Toro, ahora el cuarteto que lleva tres años trabajando junto se centra en afinar la preparación con el barco recién estrenado.

La nueva K-4 española ha sido construida en tiempo récord por el prestigioso fabricante portugués Nelo e incluye modificaciones para adaptar la embarcación al peso de los palistas en busca de la mejor distribución, adecuada a su fisonomía, con el objetivo de favorecer la hidrodinámica del barco. “En Szeged vamos a testar la embarcación y comprobar el estado de forma en el que estamos”, puntualizó Miguel García en referencia a la única competición internacional antes de la cita olímpica.

Saúl Craviotto, ilerdense afincado en Gijón y que la próxima semana será confirmado como el abanderado español en la ceremonia de apertura de los Juegos de Tokio, señaló que “tengo la posibilidad de agrandar un palmarés que cuando era cadete o juvenil jamás hubiera soñado. Mis cuatro medallas olímpicas son un aliciente para intentar sumar alguna más”. Craviotto logró el oro en Pekín 2008 (K-2 500) y Río 2016 (K-2 200) una plata en Londres 2012 (K-1 200) y un bronce en Río (K-1 200).

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