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Ángel Rodríguez Entrenador del Langreo

“Me gustaría seguir en el Langreo, estoy a gusto y me siento querido y arropado”

“La temporada fue magnífica, lo mejor es que el equipo tuvo su estilo de juego y su propia identidad”

Ángel Rodríguez, en un partido del Langreo. | Irma Collín

Ángel Rodríguez (León, 2 de enero de 1972) califica su primera temporada al frente del Langreo como “magnífica”. El conjunto de Ganzábal fue su primera experiencia al frente de un equipo, ya que hasta entonces su carrera fue como segundo técnico, la mayor parte de ella vinculada a Paco Herrera, entrenador al que acompañó en el Celta, Zaragoza, Valladolid, Las Palmas y Sporting, logrando dos ascensos a Primera División con el Celta y Las Palmas.

Ángel Rodríguez, que es hermano de Benjamín, que fue centrocampista del Oviedo, y del exinternacional de fútbol sala Javi Rodríguez, llegó a los banquillos tras una extensa carrera como futbolista que le llevó a Primera División en las filas del Sevilla y del Osasuna entre 1999 y 2001. También militó en Las Palmas, Numancia, Polideportivo Ejido y Recreativo de Huelva, entre otros clubes.

–¿Qué balance hace de la temporada del Langreo?

–La valoración es buena porque a mi juicio la temporada ha sido magnífica. En la primera parte estuvimos a un gran nivel, pero sufrimos dos bajas muy importantes en diciembre, las de Davo y Pana, y el equipo las acusó. No obstante, los jugadores respondieron por encima de sus posibilidades y estoy muy orgulloso de su rendimiento, lo dieron todo y el resultado está a la vista.

–El objetivo era la permanencia y se cumplió con creces

–Sí. Lo conseguimos de una manera tranquila. No es fácil en una temporada tan corta y con este sistema de competición, pero el equipo estuvo siempre en las primeras posiciones en la primera fase de la Liga. La segunda, con el objetivo cumplido, la afrontamos con mucha ilusión y creo que ante equipos potentes, con presupuestos desorbitados comparados con el nuestro, dimos la cara.

–¿Qué fue lo que más le agradó de esta experiencia?

–La implicación que tuvo toda la plantilla, en los entrenamientos, en los partidos y el entusiasmo que siempre mostraron.

–Intentó que el Langreo tuviese una identidad propia. ¿Lo consiguió?

–Teníamos dos opciones. Defender y jugar replegados atrás, o intentar ser protagonistas y tener un estilo de juego propio. Creo que en la mayoría de los partidos fuimos protagonistas con el balón y ese es un valor importante. Estoy satisfecho porque el equipo tuvo su identidad, practicando muchas veces un fútbol de categoría superior.

–La próxima temporada habrá un nuevo sistema de competición. ¿Le gusta?

–No me convence. Es una manera no muy limpia de descender de categoría a los equipos pequeños, aunque lo que se dice es otra cosa.

–¿Seguirá en el Langreo?

–Tenemos que hablar. Lo primero es escuchar al Langreo y mirar lo que es mejor para los dos partes. A mí me gustaría seguir aquí. Estoy muy a gusto, me siento querido y arropado por la directiva, los jugadores, la afición... En el plazo de una o dos semanas todo se tiene que agilizar porque es necesario diseñar el proyecto de la próxima temporada.

–¿Pedirá algo al club para continuar?

–No. Me gustaría subir el nivel de la plantilla y aspirar a algo más, pero soy consciente de las limitaciones económicas del club y más en esta situación que nos está tocando vivir. Todos queremos que el club siga creciendo, pero con pocas ayudas de las instituciones es difícil.

–Por primera vez ha sido el máximo responsable de un equipo después de muchos años como segundo entrenador. ¿Cómo se sintió?

–Muy a gusto. Es una decisión que tenía que haber tomado mucho antes. Estuve cómodo tomando decisiones propias y en especial defendiendo un estilo de juego en el que creo. No tenía claro cómo iba ser, pero fue más sencillo de lo que esperaba.

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