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Crónica, vestuarios y comentario de la derrota del Liberbank Oviedo Baloncesto ante el Granada: el OCB cae y ya mira al Coruña

El equipo carbayón despide una fabulosa segunda vuelta perdiendo ante el Granada y ahora se medirá en la primera ronda del play-off al equipo gallego

Elijah Brown supera a Thomas Bropleh y encara a Lluís Costa, ayer, en el polideportivo de Pumarín. |

El Liberbank Oviedo Baloncesto acabó la segunda fase cayendo ante el Granada (78-83), equipo que, gracias a esta victoria, ha terminado primero. Los carbayones, a pesar de la derrota, acaban la segunda fase en quinta posición dentro del grupo de los mejores y se medirán al Coruña en la primera ronda del play-off de ascenso a la ACB, que se juega al mejor de tres partidos. El primero será el viernes o el sábado en Riazor y el segundo, que puede ser el último si un mismo equipo gana los dos primeros partidos, el martes o el miércoles en Pumarín. La intención del club carbayón es que los encuentros sean el viernes (la idea es que a las 20 horas) y el martes (19 horas) para que el partido en Oviedo coincida con la fiesta local de Martes de Campo.

El encuentro de ayer en Pumarín ante el Granada estuvo marcado desde el inicio por una diferencia fundamental: los visitantes sabían que ganar podía darles el premio de acabar primeros, lo que les permite enfrentarse al primero del grupo de los que luchaban por evitar el descenso (puede ser Cáceres o Murcia). Los de Natxo Lezkano, en cambio, ni sabían qué consecuencias podía tener una victoria o una derrota en cuanto al rival al que se iban a medir. Eso se notó, sobre todo, en los primeros instantes del partido, con una salida fulgurante de Granada que le puso en poco más de dos minutos con siete puntos de ventaja (2-9).

Pero el técnico del Liberbank Oviedo paró el partido y trató de meter a su equipo en el choque. Y es que Lezkano quería que su equipo se acercara a la versión más competitiva que tiene: ese Oviedo Baloncesto que va a toda velocidad, roba balones, rebotea y que no tiene miedo a tirar y a correr sin parar. Ese equipo ayer apareció a cuentagotas y, aunque no fue un mal partido de los carbayones, se les vio algo espesos, más parados de lo habitual y especialmente fallones en el tiro (acabaron con 5 aciertos en 16 intentos desde la línea de tres).

Tras el tiempo muerto llegó la reacción local, que se metió en el partido gracias al buen hacer de Kabasele tanto en ataque como en defensa y de dos que no suelen fallar: Arteaga y Norelia. El primer parcial acabó con 19-22 y en el segundo cuarto volvió a dar la sensación de que el Granada se podía ir en el marcador, pero fueron los mejores minutos de un Kabasele que ayer volvió a tener esos momentos en los que da la sensación de que puede ser un pívot dominante, impenetrable cuando está concentrado en defensa y resolutivo en ataque si recibe el balón cerca del aro. Solo las faltas, en algunos casos muy rigurosas, le impidieron jugar más minutos. En parte gracias a sus buenas acciones, los azules fueron capaces de apretar de nuevo el duelo y se fueron a los vestuarios solo tres abajo (37-40). Pero lo peor del OCB ayer fueron sus pérdidas de balón y lo que le costaba darle velocidad al partido, un lastre excesivo ante un equipo como el Granada, al que le sobra oficio.

Esa chispa que no se encendía fue la que llevó al equipo asturiano a ir a remolque todo el duelo y los andaluces supieron aprovecharlo bien. El partido nunca se llegó a romper del todo, pero tampoco el Oviedo fue capaz de culminar la remontada. Una canasta de Saúl Blanco les puso tres abajo (57-60) cuando quedaban 41 segundos para acabar el tercer parcial. Pero en el último cuarto fallaron casi todos sus intentos de triples y acabaron sucumbiendo ante un Granada que después celebró el primer puesto como se merece semejante éxito.

Natxo Lezkano, entrenador del Liberbank Oviedo Baloncesto: "Mi trabajo ahora es hacer creer a los jugadores"

El técnico del OCB: “Hay que recuperar esa chispa que nos hace competitivos”

El entrenador del Liberbank Oviedo Baloncesto analizó ayer tras la derrota ante el Covirán Granada cómo llega su equipo al play-off de ascenso a la ACB, donde se las verá con el Leyma Coruña, y reconoció que no están en su mejor momento: “Nos falta una velocidad, la chispa que teníamos, somos un equipo que necesita más energía para rendir a su máximo nivel y ahora nos está faltando”. Una situación que espera poder corregir antes de que se inicie el play-off: “A ver si somos capaces de recuperar esa chispa que nos falta para poder ser competitivos y poder hacer algo contra el que sea que nos toque”. Una labor que, aseguró, es responsabilidad suya: “Mi trabajo ahora es hacer creer a los jugadores, que nos den un poco más, que esto va a ser bueno para todos”. Y es que, añadía el entrenador vasco, “ahora es cuando tenemos que ser competitivos, espero que recuperemos esa chispa”. En cuanto al partido ante el Granada, Lezkano lamentó el inicio: “La puesta en escena ha sido horrible, nos ha costado anotar y jugar a lo que queríamos jugar”. Y ese es su principal lamento: “Hemos renunciado voluntariamente a jugar a lo que sabemos jugar”. Para el técnico vasco es importante recuperar la energía y la valentía con la que jugaron en algunos tramos de la competición: “Si vamos a perder tiene que ser como nosotros queramos, no como el rival quiere; no podemos renunciar a lo que somos”. También reconoció el buen hacer de un Granada que ha terminado la segunda fase de la liga como líder: “En la segunda parte ellos han estado muy sólidos, no nos han dejado entrar en el partido”. Aun así, se mostró orgulloso de lo que ha hecho hasta ahora su equipo: “Hemos hecho una segunda fase muy buena”.

Comentario: Recobrar la intensidad, por Alberto Menéndez

Perder como lo hizo ayer el Oviedo Baloncesto ante el Granada entraba dentro de la normalidad. No era caer ante cualquiera, era hacerlo ante el equipo que finalmente lideró la clasificación de la liga regular, a la que se dio carpetazo ayer con el bonito y disputado encuentro celebrado en Pumarín entre asturianos y andaluces. El Covirán acabó venciendo por cinco puntos. Sí, los de Natxo Lezkano contaron con ocasiones para acercarse a los granadinos, que desaprovecharon, pero también es cierto que estos no es que estuvieran especialmente atinados en los minutos finales. Como ya había sucedido en los últimos encuentros disputados por el Liberbank, en el de ayer volvió a verse un conjunto con menos chispa que aquel que llegó incluso a amedrentar a sus rivales en el comienzo de la segunda fase del campeonato, una vez superada con éxito la primera, la que le daba a los azules el billete para pugnar por el play-off de ascenso a la ACB. El sueño sigue ahí, pero para poder alcanzarlo es evidente que no basta, ni mucho menos, con lo realizado en los enfrentamientos más recientes. Para ello es indispensable recobrar la intensidad perdida, aquella de la que hablaron elogiosamente varios entrenadores después de enfrentarse a los carbayones. Los jugadores del Oviedo saben que pueden dar más de sí. Lo saben porque ya lo hicieron durante un tramo del campeonato. Por supuesto que no era tarea fácil mantener el mismo nivel competitivo, la misma energía que la mostrada por entonces. Lo lógico es que se produjera un bajón, como así sucedió, sobre todo debido al cansancio acumulado por la plantilla en su conjunto y principalmente a los problemas físicos de algunos de sus miembros que, así y todo, en más de un caso, como el de Norelia, continuaron sumando minutos en cancha. Es de esperar que ahora, en el momento de la verdad, en el que no hay vuelta atrás, importantes jugadores del equipo de la capital del Principado, caso de, por ejemplo, Micah Speight, recuperen su mejor versión. Y que la defensa vuelva a ser impenetrable, pero de forma continuada, sin lagunas como viene sucediendo en gran parte de los últimos partidos. Finalmente, el primer rival del Liberbank en los play-off será el Leyma Coruña. Un equipo confeccionado para luchar por el ascenso a la ACB y que bien pudo haber acabado al frente de la clasificación, aunque definitivamente quedó cuarto tras su inesperado tropiezo de ayer ante el TAU Castelló, club éste que todo hacía indicar sería el que se enfrentaría al Oviedo en la primera ronda de la promoción. El Oviedo ya sabe lo que es ganar a los coruñeses. Pudo incluso lograr una doble victoria en la primera fase, de no ser por los gravísimos errores cometidos en el último minuto del encuentro celebrado en la pista de Riazor 2 de la ciudad gallega.

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