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El protagonista de Tercera: Cristian ya cuenta los días para volver a jugar con el Caudal

“Regresaré mejor de lo que estaba”, dice el delantero, que será operado hoy de la fractura de tibia y peroné que sufrió en el Suárez Puerta

Cristian es atendido de su grave lesión sobre el césped del Suárez Puerta. Ricardo Solís

Hoy, cuando salga de la operación por la rotura de tibia y peroné que sufrió el domingo en Avilés, Cristian García Solís (Oviedo, 1 de junio de 1992) empezará a descontar los días para volver a un campo de fútbol. “Los médicos no me han dicho nada, pero por lo que me dijo gente que pasó esta lesión serán tres meses y medio o cuatro”, dice convencido el jugador del Caudal, protagonista desgraciado de la eliminatoria del Suárez Puerta, que además dejó a su equipo fuera de la lucha por alcanzar la Segunda Federación.

Cristian tiene muy fresca la imagen de la jugada: “Fui con Prendes a por un balón dividido, yo llegué antes y él me golpeó sin querer. Ya hablé con él y le dije que estuviera tranquilo”. El delantero asegura que en un primer momento “más que dolor sentí la preocupación de ver el pie colgando porque nunca había tenido una lesión grave. Luego sí, cuando enfrié, hasta que llegó la ambulancia, fue muy doloroso”. El jugador fue trasladado al HUCA, de donde ayer le pasaron a la Clínica Asturias, donde será intervenido hoy por el doctor Del Moral.

“Voy a volver mejor de lo que estaba”, replica Cristian cuando se le plantea un posible adiós al fútbol: “Eso ya lo tengo muy meditado. No sé el tiempo que tardaré porque no me voy a precipitar, pero tengo 28 años, soy muy joven para dejarlo”. Ayer ya veía el futuro con optimismo: “El domingo estuve un poco de bajón, también por haber quedado eliminados. La verdad es que salimos mal, tuvimos un par de errores al principio y nos marcaron el primer gol. Después estuvimos nerviosos, nos precipitamos, y ellos con Cedric y Natalio son matadores”.

Cristian, que antes jugó en el Tuilla, Llanes, Avilés, Barakaldo y Lealtad, tiene un año más de contrato, en el que espera tomarse la revancha de esta temporada: “Lo que mal empieza, mal acaba. No tuvimos tregua en todo el año. Después de dos o tres semanas de tranquilidad, nos venía el palo. Ha sido muy difícil porque, aunque la gente no se lo crea, a nosotros también nos afecta. Era jodido ir a entrenar con malos resultados, muchos cambios de entrenador...”.

Alejandro Prendes también estaba ayer más tranquilo: “Me afectó mucho porque conozco a Cristian de hace tiempo y sé que es muy buen chaval. La gente sabe que yo nunca voy a hacer daño a nadie. Esta temporada llevo una amarilla en más de veinte partidos”. Y señala que la jugada de la lesión “fue la típica de una disputa en la que el delantero mete la pierna, se adelanta, y yo le golpeo sin querer”. No entendió que el árbitro le mostrara la tarjeta roja, pero en ese momento era lo que menos le preocupaba. “Me fui al vestuario y me quedé en shock”, sentencia.

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