El Liberbank Oviedo pierde por un punto (69-70), quedan dos segundos, Brown se va a canasta, le hacen falta, el colegiado no la pita. El OCB perdió de esta manera el partido con el que dice y adiós al sueño del ascenso a la ACB. Lo hizo con la cabeza muy alta, luchando hasta el final y sufriendo un arbitraje de los que los aficionados tardarán en olvidar, sobre todo por la última acción. Pero no solo.

Fue un partido complicado, ante un rival preparado para ascender que llevó la iniciativa pero ante el que el OCB nunca se rindió.

A los azules les costó durante todo el partido seguir el ritmo físico del Coruña, que llegó a ponerse 17 puntos arriba. Pero, tras el descanso, el OCB se fue entonando, sobre todo en defensa.

Entró Pumarín en juego y todo parecía posible. De hecho, el OCB le llegó a dar la vuelta al marcador (69-68). Se tuvo la última para ganar. No pudo ser. Al OCB no le permitieron soñar.