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Fernando Villabella, presidente del Oviedo Baloncesto: “Hemos crecido y tenido mucha repercusión, el OCB está en la calle”

“Este año será lo de siempre: iremos a renovar a uno y dirá que tiene otra oferta de la Liga de dos mil euros más al mes”

Fernando Villabella LNE

El presidente del Oviedo Club Baloncesto, Fernando Villabella, todavía trata de digerir la eliminación del equipo en la primera ronda de los play-off de ascenso a la ACB, en un amargo final de segundo partido que empañó el esfuerzo de los jugadores locales por remontar ante el poderoso Coruña. Con ese escozor todavía vivo, el club empieza a dar los primeros pasos de la planificación de la temporada que viene, que se presume tan complicada como la que acaba de terminar. Villabella se queda con que, pese a la pandemia, “hemos crecido y tenido mucha repercusión, el OCB está en la calle”.

Año “magnífico”, deportiva y socialmente.

“Estar aquí hablando de esto ahora era impensable hace un año, cuando vimos las condiciones en las que se iba a desarrollar. No lo hubiera pensado ni el más iluso de los aficionados. Es verdad que el equipo iba dando cada vez más, y llegó un momento en el que parecía que no tenía quién le ganara. Después la realidad se impone a la ilusión y el equipo muestra síntomas de agotamiento, y aun así hizo partidos como el de Alicante, como el de ayer, como el de Coruña...”, apunta el presidente del OCB, que piensa que tan importante o más es el impacto social del equipo: “Tengo la sensación de que hemos crecido mucho, de que hemos tenido mucha repercusión en la parte deportiva e institucional y de que el asunto ha trascendido el nivel deportivo. El OCB está en la calle, o al menos eso es lo que yo percibo”.

Moratoria de la FEB con el pabellón.

“Antes mucha gente nos decía que faltaba implicación, presencia en la ciudad, y yo estoy de acuerdo. Muchas veces decíamos en broma en el club que teníamos que sacar una carroza en el desfile del Día de América. Ahora hemos trascendido eso y el crecimiento en la parte económica solo lo veo posible ligado a un pabellón con más aforo”, explica Villabella. En este sentido, la Federación Española ha aplazado un año la exigencia de contar con un escenario con capacidad mínima de 2.500 espectadores, que ahora será obligatorio en la campaña 22-23. El dirigente ocebeísta explica que “la asamblea del sábado aprobó las bases de competición para la próxima temporada, que dicen lo mismo que las de la presente, pero donde decía 21-22 dice ahora 22-23. En teoría el Palacio estaría disponible a partir de diciembre de 2023, con lo que volvemos a la cantinela de la moratoria si tienes algo construido. Hemos ganado un año, pero dentro de 16 meses tendremos que estar en otro pabellón o pedir prórroga, como en la mili”.

Mantener el bloque, misión imposible.

Después de una temporada tan brillante como esta, la lógica invita a intentar renovar al máximo número de jugadores posible. Una teoría que choca con la debilidad económica del club, que tendrá casi imposible retener a los jugadores más destacados, como Speight, Brown y Norelia. “Es lo de siempre, el ciclo estacional del OCB... irás a renovar a uno y te dirá que tiene una oferta de dos mil euros más al mes mejor que la tuya de un equipo de tu Liga”, apunta Villabella. En algún momento pensó que la pandemia iba a bajar los sueldos, pero no ha sido el caso. Al menos, el proyecto tiene buenos cimientos con la continuidad de Natxo Lezkano en el banquillo. “Tiene contrato y estamos muy contentos con él, creemos que fue uno de los factores del éxito por su liderazgo con el equipo y su conocimiento de la Liga. Es, probablemente, el mejor entrenador de la competición”, asevera el presidente.

Otra vez dos grupos y cuatro descensos.

El club se prepara para una temporada similar a la actual. “Lo único que podemos pensar es que se va a meter algo más de público y confío en que así sea, pero será una cosa por la otra, porque a la espera de cerrar las cuentas es probable que tengamos que tapar un agujerín de esta temporada”, dice el presidente, que sabe que el próximo curso también habrá que hilar fino, ya que se prevén de nuevo cuatro descensos, este año con la caída de clásicos de la categoría como Ourense y Lleida. Ayer se conoció que ambos clubes van a hacer frente común para mantenerse en la LEB Oro, con dos grupos de doce equipos. Una iniciativa que no se sabe qué recorrido puede tener.

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