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Fútbol: Compostela enseña el camino del éxito al Avilés

El equipo blanquiazul logró en el campo de San Lázaro, en 2002, el último ascenso a Segunda B, igualando un 2-0 en diez últimos minutos

José Alonso y Xiel celebran el ascenso del Avilés en el campo de San Lázaro. LNE

La última vez que el Avilés Industrial se vio en una situación parecida a la del próximo domingo, los corazones blanquiazules corrieron riesgo de colapso. En la temporada 2001-2002, el equipo dirigido por Xiel llegó a la última jornada de la fase de ascenso con la ventaja de que un empate en Santiago frente al filial del Compostela le bastaba para llegar a la Segunda B. Pero pasado el minuto 80, el Compos B acariciaba la gloria con un 2-0. Pero se obró el milagro y en diez minutos dos goles de Lobera, el definitivo sobre la bocina, desató la euforia en el campo y en las gradas, donde la mitad de los asistentes apoyaban al Avilés.

“Mía no, nuestra”, replica de inmediato Ángel Lobera sobre la trascendencia de sus goles en aquel partido inolvidable. El exdelantero, ahora afincado en su ciudad natal, Zaragoza, insiste en poner la fuerza del grupo como la clave de aquel éxito: “Aquel año formamos un núcleo superunido, teníamos una conexión tremenda. Fue uno de esos momentos en los que se puede gritar qué viva el fútbol. Hicimos grupo, disfrutábamos todos los domingos, siendo conscientes de lo que se necesitaba en cada momento”.

Lobera también destaca la importancia que tuvo el entrenador, José Luis Díaz, Xiel: “Fue capaz de enderazar a un equipo que no había empezado bien”. Xiel tiene aquel recuerdo muy fresco: “Estaba entrenando al Hispano, que en aquel momento dependía de Tejero, y a principios de diciembre me llamaron para coger el Avilés, que iba decimotercero”.

El efecto del cambio fue casi inmediato, como explica Xiel: “Perdimos el primer partido, contra el Langreo, en casa, pero a la semana siguiente les ganamos en la final de la Copa Federaicón y aquello fue el impulso que necesitábamos. Estuvimos 28 partidos seguidos sin perder, hasta el 1-0 en Navalcarnero en la promoción de ascenso”. Esa derrota fue el único borrón de una liguilla en la que el Avilés ganó todos los partidos en el Suárez Puerta, pero no pudo asegurar el ascenso hasta la última jornada.

“Fuimos a Santiago a jugárnosla, aunque nos valía el empate”, recuerda Xiel, que tiene aquel ascenso como una de las mayores alegrías de su carrera, aunque no pudo disfrutar de él porque en aquel momento no tenía el título nacional y, además, dirigir a un equipo de Segunda B era incompatible con su trabajo. Casi veinte años después, Xiel colabora con el Praviano y observa de reojo el posible ascenso del Avilés a la Segunda RFEF. “Yo creo que este año toca”, remacha.

Lobera, entre dos jugadores del Navalcarnero, en un partido de la fase de ascenso a Segunda B de 2002. LNE

Desde la distancia, Ángel Lobera también le desea lo mejor a su exequipo y rememora aquellos dos goles que le hicieron entrar en la historia: “El primero, en el minuto 83, fue una jugada que teníamos muy mecanizada con Parente. Y el segundo, en el añadidodo, enuna falta lateral que lanzó José Alonso. No era consciente de que podía ser la última jugada, pero sí de la tensión después de hora y media jugando”.

Lobera reconoce que “fue una situación rara porque estábamos convencidos de que íbamos a ascender sí o sí, pero tal como se puso el partido las piernas nos temblaban un poco”. Por eso, no es extraño que tras el agónico 2-2 estallase la euforia: “Sin duda, aquel fue un momento inolvidable de mi carrera. El trabajo bien hecho, la fe y la unión de todos fueron vitales para el ascenso”. Espera que el domingo se repita la historia porque “la comunión entre la afición y el club se está restableciendo”.

Posible ampliación del aforo. El Real Avilés no conocerá hasta hoy el aforo permitido para el partido frente al Llanes del domingo, en el Suárez Puerta, a las 12 horas. La entrada de Asturias en el nivel 1, el mínimo de riesgo de covid-19, podría permitir aumentar el número de espectadores, en las gradas, que hasta el momento se limitaba a 300. El club confía en obtener el permiso para utilizar el 30 por ciento del aforo, lo que permitiría llegar a los 1.600 espectadores.

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