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El Rodiles cambia de chip para dar la sorpresa en Ferrol: el equipo de Villaviciosa quiere subir a Primera femenina

Logrado el objetivo de la permanencia, inicia la ruta del ascenso

El Rodiles cambiar de chip para dar la sorpresa en Ferrol

El Rodiles cambiar de chip para dar la sorpresa en Ferrol

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El Rodiles cambiar de chip para dar la sorpresa en Ferrol Mario D. Braña

Para un equipo como el Rodiles, acostumbrado a luchar por la permanencia en la Segunda femenina de fútbol sala, el partido de mañana (Pabellón de Esteiro, 12 horas) en Ferrol es un premio. Así se lo toman las jugadoras, el entrenador, Santiago Tuero, y directivos como Toño Obaya, el secretario. Pero sin renunciar a dar la sorpresa, empezando por eliminar al líder del grupo, el Valdetires, para después participar en la fase final.

“Hace cinco años tuvimos que ir a competir a Cantabria, para subir a Segunda, porque en Asturias no había liga”, señala Obaya para dar idea del salto que ha dado el club y el equipo. El directivo reconoce que llegar a Primera son palabras mayores, pero advierte: “Hemos demostrado que podemos competir con cualquiera”. Sobre todo en Villaviciosa, donde el Rodiles ganó recientemente incluso al Valdetires, por 5-2.

Más allá de lo deportivo, Toño Obaya considera que podrían afrontar el esfuerzo económico que supondría competir en una categoría que obliga a viajar incluso a Canarias. “Dependerá de si podemos organizar los dos torneos clave para nuestra financiación, la Rodiles Cup y la Sella Cup, que llevamos dos años sin hacer. Esta temporada aguantamos porque teníamos remanente”.

A falta de esos dos acontecimientos, los ingresos se han limitado a la aportación de los 150 colaboradores, que pagan 20 euros por temporada, de asociaciones de empresas del pueblo y firmas como Los Caserinos, Cortina, La Portalina, Autocares Cabranes, Pescados Cortina, San Martín y Sidra Mayador, que financia unas becas para las jugadoras.

Antes de la pandemia, el Rodiles controlaba a 60 jugadoras y, sobre todo, daba opción a las niñas de Villaviciosa a iniciarse en un deporte que no fuese el atletismo o el piragüismo. Ahí está la cantera del primer equipo, con una base de jugadoras asturianas, completada esta temporada con la guardameta brasileña Jhennifer Aparecida, campeona sudamericana sub-21, llegada gracias a un convenio de colaboración con el Burela, uno de los mejores clubes del mundo.

El Rodiles solo compensa a las jugadoras por los gastos de desplazamiento, pero Santi Tuero destaca la implicación de todas para realizar una preparación acorde con los objetivos del club. Por eso, Toño Obaya retoma el cántico que se escucha en el polideportivo de Villaviciosa: “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, esto no es un equipo, es la familia del Rodiles”.

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