El Celtic de Puerto-Real Juvencia tuvo que ser interrumpido ayer por una pelea que comenzó cuando el partido estaba cerca de acabarse. Los incidentes no fueron a mayores y el partido pudo concluirse con victoria (1-0) para el Celtic. Eso sí, antes se congregaron en las instalaciones de La Pixarra, en Oviedo, al menos seis coches de la Policía Local y también efectivos de la Policía Nacional.
El partido pertenecía a una de las eliminatorias por el ascenso de Primera Regional a Preferente. El ganador pasaba a semifinales, y cuando corría el minuto 89, con victoria para el Celtic, un suplente del Juvencia, que estaba calentando en la banda, comenzó a protestar de forma airada las pérdidas de tiempo del rival, al que le interesaba llegar así al final del encuentro.
Las protestas fueron a más y el suplente del Juvencia llegó a empujar a un rival, comenzando así una trifulca que implicó a casi todos los jugadores que estaban sobre el terreno de juego. Los aficionados, que estaban separados, nunca intervinieron. Lo que sí hicieron muchos fue avisar a la Policía. Al haber varios avisos seguidos, los agentes decidieron llamar a refuerzos, concentrándose en el campo al menos seis coches de la Policía Local y acudiendo posteriormente la Policía Nacional.
El colegiado del partido, Ozman Brahim, esperó a la llegada de los agentes para continuar con el encuentro, que estuvo detenido alrededor de un cuarto de hora. Finalmente, el partido se acabó, con victoria del Celtic de Puerto, que seguirá adelante en la lucha por el ascenso. El presidente del Real Juvencia, José Antonio Galán, reconocía a LA NUEVA ESPAÑA que la culpa de los incidentes fue de su jugador, que “perdió los papeles” por la tensión del encuentro y aseguró que tomarán medidas. “No queremos dar esta imagen”, añadía. Su homólogo en el Celtic de Puerto, Fernando Cárcaba, quiso quitar hierro al asunto: “Se calentó un poco la cosa, pero afortunadamente no fue a mayores”.
