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Asturianos en la cresta de la onda: así vivieron la guerra García-De la Morena

Cristina Gallo, Paco González y Pipi Estrada reconocen que se rebasaron límites, pero que primó la profesionalidad

José María García y José Ramón de la Morena.

La serie “Reyes de la noche”, recientemente emitida por Movistar, ha permitido revivir la competencia entre los dos líderes de la radio deportiva en la década de los 90, José María García y José Ramón de la Morena. Fue una guerra en la que muchas veces ambos sobrepasaron los límites del respeto y que también afectó a sus colaboradores. Entre ellos tuvieron un papel muy relevante tres asturianos, que recuerdan aquellos años como una etapa vibrante, en la que la profesionalidad se impuso a algunos episodios oscuros. Dos de ellos, Cristina Gallo y Paco González, ni siquiera han visto la serie. Pipi Estrada sí y considera que cualquier parecido con aquella realidad es pura coincidencia. Saben que estuvieron en la cresta de la onda.

José Manuel Estrada (Gijón, 1957) compartió casi veinte años de esplendor de José María García, hasta el punto de que considera justificado el apodo de “Supergarcía”. Según Pipi “hacíamos un periodismo real, aquello era reporterismo al cien por ciento”. Y de mucha exigencia: “José María era intenso, un ganador que utilizaba sus armas, su habilidad y su poderío económico. Si figura imponía, es verdad que nos echaba broncas incluso en antena, pero respetaba nuestro criterio”.

Y pone un ejemplo: “Una noche criticó a Valdano y Cappa y yo, en directo, los defendí. Discutimos, pero sin más porque sabía que yo era leal”. Asegura Pipi Estrada que García nunca le obligó a hacer nada en contra de su voluntad. Por eso el gijonés nunca tuvo conflictos graves con compañeros de otras emisoras: “Había competencia entre las empresas y pique profesional, pero nada más. Me afectaba por el punto de responsabilidad que tenía. Yo era un soldado de García y tenía que vencer”.

A veces había que agudizar el ingenio: “Una noche, después de un partido del Atlético se pelearon Jesús Gil y Paulo Futre. García me dijo que mi misión era ir a casa de Futre para tenerlo los primeros a las 12 de la noche. Cuando llegué ya estaban allí todos, así que tuve que recurrir a una triquiñuela. Dije que llamasen al teléfono de Futre diez minutos antes de las 12 y así pude simular una entrevista en directo hasta que entró García”.

Esa noche Pipi se apuntó un buen tanto, pero cuando se ganó definitivamente a García fue tras el histórico 5-1 de la selección española a Dinamarca en el Mundial de fútbol de 1986. “Me colé en el vestuario de la selección y le puse al Rey Juan Carlos, que estaba felicitando a los jugadores, en directo. Pero, es más. Cuando estaban hablando les corté para que entrase también el seleccionador, Miguel Muñoz”.

Cristina Gallo (Oviedo, 1965) fue subdirectora del programa de García tanto en Antena 3 como en la Cope y también vivió más de un episodio al filo de la navaja. Como en los Juegos Olímpicos de Atlanta, cuando sacó a Fermín Cacho de la rueda de prensa oficial para ponerlo al micrófono de su jefe y estuvo a punto de ser expulsada por la organización. “Nos metimos hasta en controles antidoping”, señala Gallo, que no creía necesario llegar a eso: “Eran cosas que no podía entender porque para mí lo importante era hacer la mejor entrevista, no la primera”.

La periodista ovetense, ahora en la RPA, define a aquel García como “superintenso, un fórmula 1 a máxima velocidad en la recta de meta. Y que no frenaba ni en las curvas”. Al margen de algún recurso poco ortodoxo, Gallo destaca que “de García aprendía todos los días. A confirmar una información 18 veces, a investigar, a ver qué hay detrás. Y a cuidar a los deportistas como lo hacía él. Se preocupaba mucho por los de abajo”.

Sobre la guerra con De la Morena, Cristina Gallo no tiene claro “quien dio la primera torta, pero es verdad que cruzaron todas las líneas que se podían cruzar. Es una pena que aquella época se recuerde por eso y no por ser historia de la radio deportiva española”.

Como José María García, Paco González se considera un asturiano al que le nacieron en Madrid. Poco más le une a una persona que polemizó con su entonces compañero De la Morena: “Aquella era una radio más salvaje y una sociedad más asilvestrada. Tengo muy claro que la guerra la empezó García metiéndose con Valdano, que era colaborador nuestro”. Y así hasta llegar a descalificaciones tan gruesas como ésta: “García llegó a decir en antena que no sabía si a De la Morena le gustaban más los toros o los toreros. Y José Ramón contestó que él por lo menos no se acostaba con una vaca”.

A González le dolió especialmente que García dejara fuera de juego a De la Morena durante un año en la SER. Asegura que no se arrepiente de nada: “Seguro que cometimos mil errores, pero era lo que había que hacer en aquella situación. Nunca defendí algo en lo que no creyera y siempre sentí que estaba en el lado de los buenos”. Tampoco cree que, con el tiempo, De la Morena cometiese los mismos excesos que su rival: “Eso decía mucha gente, pero yo no lo percibí. García llamaba hasta al Rey. De la Morena nunca tuvo tanto poder”.

Paco González define aquellos primeros años en la SER como “un proyecto muy coral, en el que todos remábamos”. Y en el que el trabajo tenía recompensa: “En el 95, cuando el Zaragoza jugó la Recopa, por semana narraba los partidos y desde el principio le dije a Víctor Fernández que la iban a ganar y que me tenía que dar la primera entrevista. Sé que García le presionó, pero Víctor cumplió y entró conmigo después de currármelo durante nueve meses”.

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