Al contrario que el Finetwork Gijón, que mantiene a toda su plantilla, el otro equipo gijonés que milita en la Primera División masculina de balonmano, el Grupo IMQ, tendrá que hacer bastantes cambios. Así lo manifestó su entrenador, Chechu Villaldea, que llegó a reconocer que “nos quedamos en cuadro”.
“Se nos marchan de ‘Erasmus’ dos jugadores claves, Marcos Méndez y Chus Canal. A ellos hay que añadir que Mario Gutiérrez se perderá toda la temporada porque ha sido operado el 24 de junio de una rotura de ligamento cruzado y Diego Fernández Valdés se va a Soria a jugar en División de Honor Plata. Son jugadores todos ellos de la primera línea y además titulares, y han dejado esa demarcación como un solar”, indica Villaldea. “Si fueran jugadores de distintas líneas pues lo podríamos aguantar, pero son primeras líneas y además hombres claves. Quedamos muy debilitados”. Además, el pivote Ángel Paraja está pendiente de decidir su futuro y el técnico aún no sabe si podrá contar con él o no.
Una situación que obliga al técnico a subir jugadores de las categorías inferiores, lo que redundará en una disminución de la edad media de la plantilla que de por sí ya era de las más jóvenes de la categoría. “Era una plantilla joven, pero ya llevaban varias temporadas incluso jugando en la División de Honor Plata y ahora aunque seguían siendo muy jóvenes porque debutaron con 17 años, ya tenían experiencia”, dice Villaldea. El problema es importante porque afecta tanto al sistema ofensivo como al defensivo. Villaldea ha llamado para hacer la pretemporada a los juveniles Fran Loureiro y Tiago Lema. Y todos los que el año pasado jugaban en el equipo de Segunda que estaban con el primer equipo se quedan ya definitivamente en este como eran Jorge Cuyás, Pablo González del Rey, José Lastra o los hermanos Colomo. No todo son ausencias, ya que el técnico recupera a un hombre importante como es Álvaro Borobio, que ya finalizó su ‘Erasmus’ en Polonia.
Así pues Chechu iniciará la pretemporada con los porteros Adrián Díaz y los hermanos Colomo así como el juvenil Jonatan Acerete; los extremos Pablo Cuervo, Pablo González del Rey, Álvaro Borobio y Jorge Cuyás; pivotes Dani Vallado y Roberto Pérez y primeras líneas Víctor Garrido, Alexis, Raúl Álvarez, José Lastra, Tiago Lema y Fran Loureiro. Chus Canal, si todo marcha normal, regresaría en febrero.
“Vamos a pelear, probablemente, no por estar por arriba, sino por mantener la categoría. Será una temporada dura para nosotros a la espera de la siguiente, en la que vuelve la gente de ‘Erasmus’”, reflexiona el técnico. Para Villaldea el hecho de que la próxima temporada haya seis equipos asturianos en Primera “es bueno, creo que hay jugadores en Asturias para tener seis equipos en esta categoría”. Destaca que “la próxima temporada habrá diez derbis, con todo lo que eso conlleva. Habrá piquilla y la afición se podrá mover”. Otro aspecto importante es el económico ya que los viajes serán mucho más baratos. “No es lo mismo ir a Tarazona que ir a Luanco”, señala Chechu.
El entrenador está pendiente de que pasará con la presencia de aficionados en las gradas, y cree que “dependerá de como sea la evolución durante el verano” de la pandemia. El Grupo IMQ jugó toda la pasada temporada con las gradas vacías, ya que la directiva del club decidió que se jugase a puerta cerrada. La posible vuelta de los aficionados será otro aliciente más para una plantilla extremadamente joven.
