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“Murió haciendo lo que más le gustaba”, dice la familia del copiloto fallecido en el Rally de Llanes

Los sanitarios de la prueba lamentan "no haber podido hacer nada por su vida"

El Seat Marbella de Gil y Calvo, a su paso por el alto del Torno del tramo Nueva-Labra LNE

Los restos mortales de Jaime Gil (39) y Diego Calvo (30), los automovilistas fallecidos el sábado en el Rally de Llanes, salieron ayer del Instituto de Medicina Legal de La Corredoria (Oviedo) en torno a la una y media hacia Cantabria, donde se celebrarán los respectivos sepelios. Por el Instituto de Medicina Legal de La Corredoria no pasaron familiares del piloto y del copiloto, según indicaron fuentes cercanas. Las familias están destrozadas por lo ocurrido, según ha trascendido.

Los cadáveres fueron trasladados al Tanatorio de La Luz, de la localidad de Laredo. Diego Calvo, el más joven de los dos, era natural de Castro Urdiales y una persona muy conocida y querida en la localidad porque sus padres son dos conocidos hosteleros. Calvo, copiloto con años de experiencia, deja esposa y un hijo. Sus familiares recalcaron que “falleció haciendo lo que más le gustaba”. Su funeral se celebrará hoy a las 17.00 horas en la Iglesia de San Vicente de la Maza de Guriezo. Jaime Gil, de 39 años, es el piloto fallecido. Era natural de Guriezo y su funeral se celebrará mañana en la iglesia parroquial de San Sebastián de Guriezo. “Gracias por ser nuestro apoyo y alegría”, dijeron los familiares.

Los sanitarios del Rally

Una de las primeras personas en acudir al lugar del accidente fue el técnico en emergencias sanitarias Jonathan Fernández, que iba a bordo de un vehículo de intervención rápida (VIR), de Transinsa. “Nos llamaron y nos dijeron que se había producido un accidente, pero había mucha confusión. Nosotros estábamos en la zona de salida y tardamos dos minutos en llegar. La gente estaba muy nerviosa, se llevaban las manos a la cabeza”, explica Fernández a LA NUEVA ESPAÑA. Varios espectadores acudieron corriendo a intentar socorrer a los pilotos y se vivieron escenas de mucho pánico y tensión.

“Cuando llegamos el piloto ya había fallecido. Al copiloto lo intentamos reanimar durante quince o veinte minutos, pero no pudimos hacer nada por su vida”, prosigue el técnico. “Es muy duro cuando pasan esas cosas, la gente estaba muy nerviosa”, recalca el técnico, natural de El Berrón. A la zona acudieron patrullas de la Guardia Civil, dos ambulancias y también miembros del Servicio de Emergencias.

Trágico accidente en el Rallye Villa de Llanes.

Así fue el accidente

El accidente se produjo a las tres y cuarto de la tarde. Era el citado séptimo tramo de una carrera que ya había pasado antes por el alto que une Arriondas y Colunga. El Marbella de Gil y Calvo era uno de los últimos de los 134 participantes que pasaban por el lugar. El ascenso estaba hecho, quedaba solo la bajada del Fito.

Poco antes de llegar a la cantera, Gil y Calvo entraron fuerte. El coche derrapó, se fue al lado izquierdo de la carretera y, según las imágenes (vídeo y fotos), impactó de lado de forma perpendicular y por la puerta del piloto contra el pretil de hormigón de unos 70 centímetros de anchura.

Este entró como un misil en el habitáculo y las medidas de seguridad del Marbella resultaron insuficientes para proteger a los dos ocupantes. Tras el brutal impacto, Gil murió en el acto, mientras que Calvo entró en parada cardiaca momentos después y no fue posible salvarlo.

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