Ser el vigente campeón de Liga de la División de Honor no quiere decir mucho en el bádminton español. El Oviedo, que conquistó su segundo título la pasada primavera, ha visto cómo varios de sus competidores se reforzaban mientras él perdía algunos de sus mejores elementos por la falta de un patrocinador. Así, los objetivos del club tienen que cambiar inevitablemente para la competición recién iniciada. “No renunciamos a nada, porque tenemos buenos jugadores, pero de mano no podemos pensar en revalidar el título ni jugar la final”, explica el director deportivo de la entidad, César González.
Para empezar, el CBO ha perdido a Kristina Dzhanhobekova, la ucraniana, de baja maternal. En principio se trata de una ausencia temporal, con la idea de ambas partes de retomar su relación. Tampoco formarán parte del equipo Laura Solís, que se desplaza a estudiar a Madrid, Elena Fernández, fichada por el Ravachol; ni Iván Villanueva, a quien su nueva ocupación laboral le impide entrenarse al máximo nivel. El único fichaje del club para compensar ha sido el de la peruana Inés Castillo, que está pendiente de conseguir el visado para incorporarse. Además, llega la alternativa para la joven Laura Álvarez, que todavía no ha cumplido los 17 años y cuya única misión es coger experiencia. “Será la próxima en salir, tiene nivel”, anuncia César González. Continúan el capitán, Alberto Zapico, y otro emblema, Lorena Uslé, además de los hermanos Claudia y Álvaro Leal, Uriel Canjura, Javier Suárez y Vicente Gázquez.
La Liga, Top10 este año, ha cambiado de formato, con dos grupos de cinco equipos, por lo que uno descansa cada jornada y en la primera le tocó al Oviedo. Los dos primeros entrarán en las semifinales. También se modifica el sistema de juego, con partidos de cinco sets a once puntos cada uno.
