Aún con la rabia de verse remontado en el difícil campo de la Gimnástica Segoviana, el Ceares afronta esta tarde un nuevo asalto en el reto de sobrevivir en la Segunda RFEF. Los gijoneses reciben al Coruxo gallego (La Cruz, 17.00 horas) sin poder contar con Llerandi y a la espera aún del transfer de Prosi, fichado la pasada semana. Lo hacen con el espíritu de demostrar que los méritos hasta el momento están siendo superiores a su posición como colista de la categoría. “Si estamos a nuestro nivel de intensidad el Coruxo va a tener difícil sacar algo de La Cruz”, subraya el entrenador Pablo Busto.
“El fútbol es justo siempre, pero nos falta una pizca de suerte que nos está marcando en ciertos partidos”, asegura el entrenador del Ceares. Busto defiende la línea seguida por un equipo al que ve crecerse ante la dificultad. “Estamos muy bien y está subiendo el nivel de intensidad en los entrenamientos a medida que estamos recuperando efectivos. Los jugadores están fastidiados, porque siempre que no ganas, lo estás, pero aquí hay un equipo con mucha personalidad y responsabilidad”, destaca sobre sus jugadores.
Busto no cree que los puntos se escaparan en Segovia por falta de fondo físico y recuerda que “un resultado no cambia las sensaciones y siento que estamos en el camino que hay que llevar”. El entrenador del Ceares recibe con alivio que Llerandi haya recibido el alta esta semana, aunque “todavía es pronto” para que el jugador disponga de minutos. “No busco excusas, pero al menos hemos podido entrenarnos ya con 16 jugadores. La semana pasada, por unas cosas u otras no pudimos contar con hasta ocho casi hasta el último día”, detalla. El Ceares también tira de paciencia para resolver la situación de Prosi. El club sigue sin poder inscribirle al no haber recibido la documentación necesaria desde su anterior club, el Sassari Torres italiano.
