El Llanera volvió a sucumbir en su feudo y sigue de colista del grupo I de Segunda RFEF, en un partido en el que puso el corazón mientras el equipo rival, el Compostela, aportó mucho más peligro.
Los gallegos dominaron de salida, acercándose a los dominios del portero local, Miguel del Río, en tanto el Llanera era incapaz de aproximarse al área. En general, ambos equipos pecaron de exceso de centrocampismo, hasta que los visitantes lograron adelantarse en el marcado cuando estaba a punto de cumplirse la primera media hora de juego. Pablo Durán remató dentro del área pequeña un envío desde la banda derecha y el balón entró por el centro, con el portero tapado.
El tanto en contra espoleó al conjunto local, que tiró de casta y buscó las entradas por banda de Guille Thompson y de Saha para abrir la defensa y pisar más el área. Fruto de ese empuje llegó el tanto del empate en el minuto 41, obra de Saha tras recibir un pase de cabeza de Otía dentro del área. Los locales incluso pudieron retirarse a los vestuarios en ventaja, ya que tuvieron la última, un disparo de Romaric que atajó muy bien por abajo Pato Guillén, que realizó un extraordinario encuentro.
El Llanera salió con fuerza en el inicio de la segunda parte, pero poco a poco se fue imponiendo el Compostela, que disfrutó de varias oportunidades. En el minuto 59, una mano providencial de Miguel del Río despejó por encima del larguero el remate en propia portería de su compañero Espinar. El portero local volvió a ejercer de salvador en el 66, pero en el 76 llegó el segundo. A partir de ahí el Llanera lo intentó, pero la defensa del conjunto compostelano se mostró muy seria y no dio opciones de empate a los locales.
