Al Ceares se le rompe el guion en La Cruz

Con el plan habitual, el Ceares esperó con defensa de cinco a un Navalcarnero que clavó el sistema. El balón en la primera parte fue de los visitantes, sin incomodar en exceso a un conjunto gijonés acostumbrado a convertir estos escenarios en los partidos donde mejor se desenvuelve. Arriba, Óscar Fernández y Madeira, con el fusil cargado, a la caza. Lo de siempre, donde siempre. La lluvia hizo su aparición para añadir resbalones y caídas a unos primeros minutos de pocas ocasiones y mucho duelo. La Cruz en estado puro. En la grada, Chiqui de Paz, entrenador del Avilés, tomando nota.

Antes del descanso, la oportunidad más clara llegó casi sin querer y fue para el Navalcarnero. El visitante Beneit le robó la cartera a Edu y centró para la llegada de Ontiveros, delantero revoltoso y no sólo por su gran parecido a Diego Ibáñez, cantante de “Carolina Durante”. Remató en semifallo y el balón hizo una parábola hasta estrellarse en el travesaño de la portería de Kike. Se acababa de superar el cuarto de hora de juego y de ahí en adelante, un cabezazo desviado de Madeira; un disparo duro de Madeira atrapado con apuros por Aitor, meta del Navalcarnero, y poco más. Todo por decidir para la segunda parte. El guion que tanto le suele gustar al Ceares. El mismo con el que ha sumado 6 de sus 7 puntos.

Como en otras ocasiones, la reanudación se abrió con mayor presencia en área rival de los de Pablo Busto. Óscar Fernández volvió a probar a Aitor en los primeros minutos y el siguiente fue Medori. Todo en orden. Parecía crecer el conjunto de Pablo Busto cuando un balón parado adelantó al Navalcarnero. Un córner desde la izquierda botado por Dani Hernández lo cabeceó abajo, picado, Meseguer para fusilar a Kike. La reacción local se cortó para nunca volver.

Tuvo el segundo el cuadro madrileño casi un minuto después, en una contra que el recién incorporado Mendes no acertó a controlar cuando se quedaba solo en el área. Mendes volvió a tenerla y esta vez, tras controlar, disparó por encima de larguero. El centro de la defensa del Ceares era un filón. Cueto y Cuesta relevaron a Óscar y Zuazua. Más nervio para los gijoneses, búsqueda de generar electricidad en pleno cortocircuito.  

No dio para ver la siguiente ocasión en la portería contraria. El Navalcarnero, dirigido por un Pablo Álvarez que con 27 años es el entrenador más joven de la categoría, volvió a acariciar el segundo en un disparo envenenado de Beneit que tras golpear en la defensa cazó con sus piernas Kike. Faltaban menos de diez minutos y el Ceares seguía sin dar señales de conseguir el empate para desesperación de la grada y el banquillo local. No aparecieron en un desenlace en el que el Navalcarnero administró la renta para llevarse de La Cruz tres puntos que pueden ser claves en la lucha por la permanencia.